Un centenar de fermosellanos se desplazó hasta la finca salmantina de donde saldrán las reses bravas que protagonizarán espectáculos de las fiestas patronales de San Agustín. El grupo fue a tierras charras para ver de cerca a los animales que tomarán parte en encierros y corridas que son seguidas por miles de personas.

El Ayuntamiento de Fermoselle trata de recuperar así una tradición perdida que consistía en que "el pueblo" se desplazaba hasta la explotación de bravío para "comprar" las reses que luego llenaban de emoción, y a veces de tragedia, los festejos de la villa.

"Ahora hay un acuerdo con una empresa que se encarga de todo", pero queremos "abrir al pueblo" la costumbre de ir a la finca para ver los animales seleccionados, afirma el alcalde del municipio de Fermoselle, José Manuel Pilo.

"Todo el que quiso" se apuntó a la comitiva y hubo una notable respuesta. La inscripción fue anunciado previamente a través de bandos y megafonía como es costumbre en la villa de Arribes. Cada asistente aportó ocho euros para correr con los gastos, de forma que este festejo "no tiene por qué repercutir en las arcas municipales" al decir del máximo exponente municipal.

El centenar de personas que el domingo acudió hasta la finca de Espioja del Campo de Ledesma (Salamanca), para conocer las reses de la ganadería de Lorenzo Rodríguez, compartieron una jornada "de armonía y hermanamiento" que se prolongó hasta avanzada la tarde.

El colectivo contó con la presencia del regidor José Manuel Pilo, del teniente alcalde José Antonio de la Torre Berdión, del presidente de la Comisión de Festejos, José Manuel Macías, y de un nutrido grupo de fermosellanos que quisieron estar presentes en un acto relevante por la importancia que tienen los toros en la villa, con los tradicionales encierros de calle que, partiendo del prado de San Albín, terminan por mostrarse con todas sus energías en la Plaza Mayor, ahora transformada por un coso de madera que es una admiración turística.

Todos disfrutaron de la comida campestre, consistente "en un picoteo" de embutidos y hornazos y, por la tarde, tuvieron la oportunidad de asistir a un tentadero con la presencia de los novilleros Emilio Silvera y Alejandro Fermín, que tomarán parte en las fiestas de San Agustín.

La apertura de esta contemplación de los toros "al pueblo" ha sido bien acogida por la población, que valora positivamente la aportación económica personal para disfrutar de una jornada torera que se extiende todo el día.