La Delegación Diocesana de Enseñanza de Zamora ha clausurado el XV Campamento Diocesano realizado en Sanabria en el que han participado 200 alumnos de la asignatura de Religión. Los niños han estado acampados en las instalaciones de Vigo, muy cerca de la playa del Lago. El 7 de julio se celebró el día de la familia en el que participaron cerca de un millar de personas procedentes de toda la provincia. Los participantes han disfrutado de un campamento temático inspirado en la popular saga de la Guerra de las Galaxias. Los acampados se iniciaron a través de dinámicas, juegos de rol, retos y un sinfín de actividades en un proceso de superación personal y grupal que les permitió alcanzar el grado de Maestro Jedi. Los talleres también ofrecieron claves educativas de interés, donde destacan los aspectos ornitológico y deportivo, además de las diferentes propuestas de manualidades desarrolladas a lo largo de los diez días que duró la propuesta.

La treintena de monitores que integran el equipo del Campamento Diocesano están coordinados por Juan Carlos López y cuentan con gran experiencia en el mundo del tiempo libre y la animación. La Delegación Diocesana de Enseñanza ha incorporado, como novedad, una oferta de voluntariado para los alumnos de 3º y 4º de ESO.

En diálogo con el Ayuntamiento de Galende, los acampados han continuado los trabajos de pintura iniciados el año pasado en las antiguas escuelas de Vigo de Sanabria. También han realizado una intervención medioambiental en Quintana, coordinada por los monitores del Parque Natural del Lago. Del mismo modo se han recogido residuos por la zona con la intención de sensibilizar a los más jóvenes en el necesario respeto a la naturaleza. Las características propias de la instalación hacen que estos días hayan sido especialmente colaborativos porque son los propios acampados los que se encargan de mantener los servicios del campamento en las mejores condiciones de uso.

Las condiciones climáticas también marcaron el devenir del 8 de junio, con una gran tormenta que condicionó el plan inicial de la jornada y obligó a soportar pacientemente la ingente cantidad de agua que estuvo a punto de anegar el campamento.

Para esta edición el Campamento Diocesano ha contado con la colaboración de dos futbolistas profesionales que conocen el proyecto y han querido hacerse presentes donando sus camisetas para sortearlas entre los participantes. Se trata de Zurutuza, jugador de la Real Sociedad, y de Dani García, medio centro defensivo del Atletic de Bilbao y con raíces zamoranas. Coincide que la hermana de este último ha formado parte del equipo de monitores del campamento.

Los organizadores de esta actividad han valorado muy positivamente la experiencia, considerando que este tipo de proyectos son altamente favorables para el desarrollo integral de los participantes.