El cuerpo sin vida de un vecino de Casaseca de las Chanas de 70 años fue hallado ayer sobre las 9.45 de la mañana por la Guardia Civil en las aguas del embalse de Cernadilla. La médico forense ordenaba el levantamiento del cadáver a las 12.15 de la mañana y su traslado al Instituto Anatómico Forense de Zamora para practicarle la autopsia, traslado que no se produciría hasta las 13.45 cuando llegó el servicio funerario. El Juzgado de Instrucción de Puebla de Sanabria se ha hecho cargo de las correspondientes diligencias.

El hallazgo del cuerpo del pescador se produjo en una zona de embalse, aguas arriba de la pared de la presa de Sandín, a unos cinco kilómetros de distancia, entre los término de Asturianos y Palacios de Sanabria.

En las operaciones de localización y rescate del desaparecido participó un amplio operativo de agentes de la Compañía de la Puebla, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Villardeciervos y miembros del Grupo Especial de Actuaciones Subacuáticas (GEAS) desplazados desde Madrid.

El cuerpo fue localizado cuando salió a la superficie, tras permanecer varios días sumergido. Apareció a unos 200 metros de su embarcación y próximo a la orilla, en un punto en el que el operativo de rescate sospechaba que se encontraba. Las labores de búsqueda fueron complicadas porque nadie vio el lugar en el que cayó al agua, lo que dificultó las tareas de los buceadores de la Benemérita. El cuerpo fue trasladado hasta la orilla del embalse, en Sendín, en una zona de fácil acceso para embarcaciones y vehículos.

Agentes de la Policía Judicial realizaban el primer reconocimiento del cadáver, que aparentemente no presentaba ni heridas ni indicios de muerte violenta. A la espera del resultado de la autopsia, las hipótesis más probables apuntan una muerte accidental o una muerte repentina. A lo largo de esas horas, una de las embarcaciones se desplazó hasta el punto del hallazgo para realizar la geolocalización exacta.

Los familiares habían denunciado su desaparición a primera hora de la tarde, del pasado domingo, que activó un amplio dispositivo de búsqueda en el embalse, lugar en el que estaba de pesca en su embarcación.

En las primeras labores de rastreo los agentes localizaban la embarcación y poco después el vehículo y los enseres que había depositado en la orilla, así como una sombrilla.

En la embarcación la caña estaba colocada para labores de pesca y el sedal, al parecer, estaba algo enredado. De ahí que una de las hipótesis que se barajaba es la de una caída accidental al tratar de desenredarlo. La otra hipótesis es que sufriera una muerte súbita y se precipitara al agua.

El cuerpo, fuertemente custodiado por los agentes, permaneció casi cuatro horas en la orilla, en una zona que se usa como playa fluvial entre vecinos y veraneantes de la zona. Precisamente sobre la una de la tarde llegaban un par de personas para bañarse como hacían habitualmente y que se encontraron con el operativo. Una de las personas reconocía que se quedó "helada" y al ver llegar el vehículo funerario "me puse nerviosa".