Una treintena de personas de Fermoselle procedió a despojar el cementerio parroquial de toda la vegetación y herbaje que lo invadía. Fue una operación de limpieza similar a la que vienen realizando cierto número de fermosellanos desde hace un tiempo en uno y otro escenario urbano o del término municipal.

La iniciativa partió de los vecinos José Manuel "Tronito" y Javier Rosendo, que promovieron la actuación de voluntariado haciendo uso, como se estila en la villa, de bandos y de la megafonía. A su petición respondieron vecinos, parte integrados en la Plataforma Fermoselle Atrévete, o a la Peña El Pulijón y, con los debidos útiles y herramientas, y una plena voluntad, acometieron el adecentamiento de un cementerio que presentaba "un abandono deprimente". La vegetación colmaba calles y suelos del interior y exterior del camposanto formando un combustible idóneo para alimentar cualquier incendio y confería al lugar una imagen impresentable para una villa que se ofrece como capital del Parque Natural de Arribes del Duero. Hubo a media mañana del sábado un momento para la reposición de energía con los alimentos y bebidas aportados por comercios y bares locales. Tras la faena, el cementerio parroquial de Fermoselle deja ver de nuevo una estampa cuidada y presentable, donde las flores y los nombres están a la vista de las personas. Entre los participantes estuvieron el alcalde y teniente alcalde de la villa y hubo ausencia de la oposición