Las altas temperaturas tienen en alerta y siembran la preocupación del mundo agrario. En ese sentido UPA Castilla y León insiste en la necesidad de extremar las precauciones y pide a las administraciones que "inviertan lo necesario en recursos técnicos y humanos para atender con diligencia y rapidez cualquier incidencia" debido al alto riesgo de incendios forestales. UPA apunta que las poblaciones del medio rural son "los primeros damnificados por el fuego" pero, además, "son también las que forman la primera barrera (y más importante) de protección contra él". La organización apunta al despoblamiento del medio rural y a la decadencia de la ganadería extensiva y el pastoreo como razones fundamentales del "enorme peligro" de que se produzcan fuegos. Y defiende "el servicio público que prestamos los agricultores y ganaderos es muy importante por el papel de vigilantes en las zonas más vulnerables a los incendios forestales". UPA reclama a las administraciones que en un verano tan extremo "se pongan todos los recursos y medios necesarios para la prevención de incendios".