La nanotecnología se ha incorporado como herramienta de gestión para la prevención de daños y el seguimiento de las explotaciones agropecuarias, desde el ovino hasta la apicultura. El taller del grupo operativo promovido por el Principado de Asturias "Innowolf and cattle" abordó, en su tercer encuentro, la propuesta de soluciones innovadoras para minimizar el conflicto entre ganadería extensiva y grandes carnívoros, que se trató la pasada semana en un encuentro en Gijón.

El proyecto "Innowolf and and cattle" reunió a diferentes entidades e instituciones de investigación y desarrollo como la Universidad de Oviedo, Digitanimal, Alsega, Egysa, Biosfera, Adesper y CTIC, con financiación del Feader europeo.

A este taller de trabajo asistió Roberto Peña Uña, experto en desarrollo rural que abordó las buenas prácticas en la gestión de especies de fauna salvaje y el ecosistema. Peña centró su intervención en el manejo tradicional de la ganadería extensiva en la Sierra de la Culebra. El jefe de Servicio de la Consejería de Desarrollo Rural del Principado, Orencio Hernández Palacios, y el técnico de la Consejería de Desarrollo Rural, Pablo Quirós Méndez de Luarca, trataron sobre "Experiencia y técnicas para la valoración de daños causados por la fauna salvaje en ganadería extensiva". Como dato significativo y consecuente con las investigaciones genéticas, el 12% de los ataques a las ganaderías cántabras no son originados por el lobo.

El técnico carballés Roberto Peña comparó en su intervención los sistemas de manejo diferenciados entre la cordillera Cantábrica y el noroeste de la provincia de Zamora, donde el pastoreo se realiza con presencia del pastor, la ayuda de mastines y el cierre de las reses en las horas nocturnas y en época de cría. Pese a ello "se producen daños, aunque en un número inferior al que se registra en el Asturias y norte de León". La incorporación de nanotecnología permite el seguimiento de las cabañas de ganaderas, y las condicionantes como las variaciones climáticas o los desplazamientos en las áreas de pastoreo. Estas mismas técnicas también se están aplicando en las explotaciones apícolas. El uso de cercados inteligentes y collares que alertan cuando la vaca se estresa ya se están poniendo en marcha.

Una diferencia sustancial que apuntó Roberto Peña es la presencia de fauna salvaje en la Sierra de la Culebra, como parte importante de la dieta del lobo, que reduce los ataques a los animales domésticos.

Peña incidió en el empoderamiento de los propios ganaderos para intervenir en el medio en el que viven frente a los conservacionistas que son quienes llevan la iniciativa en el medio rural.

Recalcó que los profesionales del medio rural tienen "la responsabilidad de hacer bien su trabajo en el medio rural, como garantes de la conservación del medio rural y del ecosistema, unos aspectos que prima la Política Agraria Comunitaria".

Invitó a los pobladores del mundo rural "a no quejarse y ser protagonistas en la toma de decisiones que directamente les afecta como el tema es el lobo o el turismo descontrolado. El turismo lobero es una idea que genera una de ingresos pero que se está convirtiendo en un parque temático". Un problema común a los grandes carnívoros, la amenaza en ciernes es "la sobreexplotación turística de la observación, tanto del oso como del lobo".