El Consejo Territorial de Caza de Zamora analizaba ayer el borrador del nuevo Plan General de Caza propuesto por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que todavía no se ha aprobado, sino que está en periodo de alegaciones, el cual finaliza el próximo jueves 4 de julio.

El texto, de aprobarse, sustituirá a las antiguas órdenes anuales de caza, regulando de forma complementaria a la ley de 1996 las especies cazables, los periodos y días hábiles, los cupos, las modalidades de caza permitidas para cada especie, medidas de protección y complementarias, las condiciones para la celebración de monterías, así como otras medidas excepcionales y extraordinarias. Su vigencia puede ser de hasta cinco años.

El contenido de la propuesta, en general, sí satisface a las organizaciones agrarias y a los cazadores, aunque este último colectivo planteó algunas mejoras en la reunión de ayer, según ha podido saber este diario. En concreto, respecto a la caza menor uno de los representantes de la Federación de Caza incidió en la necesidad puntual de adaptar este año la apertura de la media veda a la situación de sequía. La primavera seca ha dificultado la reproducción de la perdiz, la codorniz y otras aves, por lo que creen que sería recomendable "abrir menos días o no abrir" la veda para ciertas especies con el objetivo de no acabar con sus poblaciones, además de "gestionar esta situación llevando agua y comida a las zonas donde más escasea".

Por contrario, la Federación de Caza defendió mayores facilidades para abatir jabalíes y otras especies de caza mayor de las hay que hay "superpoblación", especialmente del jabalí, del que hay "una necesidad urgente de controlar esa superpoblación para evitar que traigan a nuestro país la peste porcina, que la tenemos ahí encima", explica el delegado territorial de la Federación, José Antonio Prada. Esta enfermedad ya se ha detectado en jabalíes de Bélgica y de Francia y, de extenderse hasta España podría poner en jaque el prestigio del sector cárnico porcino nacional, según alertaban ya el pasado invierno los sindicatos agrarios, ya que los cerdos domésticos no son inmunes a dicho virus.

Según recordó Prada durante el Consejo Territorial, desde hace algunos años los organizadores de batidas se ven envueltos en un mar de papeleo que desanima a muchos aficionados a practicar la cazada mayor. Es obligatorio dar aviso a la Guardia Civil, a Cultura, a los cotos colindantes al que acoge la batida, un trabajo que "podría realizar la propia Administración, para que solo haya que el organizador de la batida tenga que hacer un trámite y no cinco", propuso el delegado de caza: "Si se necesita controlar una superpoblación de jabalíes lo lógico es poner las cosas fáciles para animar a más cazadores, no poner trabas burocráticas".

En el mismo sentido se pronunció el representante de COAG, José Manuel Soto, que no solo habló de una superpoblación de jabalíes de lobos. En los últimos meses se están divisando cánidos con sarna, "algo que sucede cuando hay superpoblación", por eso desde la organización agraria se pidió que "se autoricen todos los cupos posibles al norte del Duero". También se apuntó a una superpoblación de ciervos y corzos: "los pueblos nos quedamos sin gente, pero fauna cada vez hay más".

Los detalles sobre los cupos se discutirán mañana, viernes, durante el Consejo Regional de Caza, que se reunirá en Valladolid, aunque las cifras nos serán definitivas hasta la aprobación del plan, una vez valoradas las alegaciones que se puedan presentar.

Por último, los cazadores también solicitaron que se contemplen como especies cinegéticas aquellas alóctonas o "invasoras" que causan perjuicio a la fauna local, como el meloncillo, el cormorán o el visón americano, que "en muchos casos no permiten criar a las especies autóctonas". El control de las especies invasoras no estaba contemplado en las antiguas órdenes de caza y tampoco lo hace este borrador.