Un incendio originado en el interior de una nave ganadera de Tábara calcinó más de 2.000 pacas de paja y forraje, además de un tractor, y también dejó "inservible" a consecuencia de los efectos una máquina cosechadora.

El fuego se originó, por causas que ayer tarde todavía se desconocían, hacia las 12.00 horas de la noche del jueves y, según afirman fuentes próximas, fue un cazadora que estaba haciendo el aguardo al jabalí quién advirtió la presencia del fuego en la nave y dio aviso del suceso.

Se trata de una de las naves de J. B., un conocido carnicero de Tábara, que mantiene una explotación de ovino de más de 2.000 cabezas y que tenía almacenado en esta nave una gran cantidad de alimento para sustento de los animales.

El lugar de incendio, situado a unos tres kilómetros de la villa, en dirección a Litos, se desplazaron una vez puestos al corriente y con rapidez el titular de la nave, familiares y algunos vecinos, así como efectivos del Parque de Bomberos de Rionegro del Puente y San Vitero que se encontraron con las llamas apoderándose del gran depósito de paja.

Fue una intensa noche de trabajo para intentar controlar la expansión de las llamas por toda el interior y la estructura de la edificación. "Fue terrible" expresa una familiar, que afirma que las pérdidas fueron cuantiosas porque la nave estaba llena de la recolección que se había realizado estas fechas. Apunta, no obstante, que el operativo de extinción consiguió salvar la estructura, aunque son más que considerables los daños sufridos por la techumbre de la nave.

Durante toda la jornada se realizaron trabajos de movimiento de los rollos de paja almacenado, en lo que era posible, para ir amortiguando el impacto del fuego y no se cesó de verter agua para acelerar la extinción.

Las labores realizadas por los efectivos de extinción fueron determinantes para que las llamas no se excedieran de los ámbitos del almacén y se expandieran por la zona por cuanto que está emplazada en las proximidades de la masa forestal de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra.

Fuentes locales señalaron ayer que, una vez que entraron en acción los bomberos, en ningún momento hubo peligro de que el fuego se saliera del perímetro.

Hicieron hincapié en la cantidad y la naturaleza del combustible afectado para destacar las muchas horas que es preciso permanecer en el lugar hasta conseguir que se dé por extinguido y queden fuera de peligro los rescoldos.