El programa de huertos escolares en la provincia de Zamora, que la Diputación viene desarrollando desde el año 2003 en colaboración con la Junta de Castilla y León dentro de la II estrategia de Educación Ambiental de Castilla y León 2016-2020, finalizó este curso con la participación este año de ocho centros,117 escolares y cambios de hábitos en el reciclaje y abandono de productos químicos.

Tanto centros como alumnos valoran muy positivamente esta actividad, especialmente en cuanto a la organización general de las distintas actividades, las acciones de promoción de productos ecológicos y las salidas a espacios naturales de la provincia. La duración y el número de sesiones resultan también adecuadas, pero proponen que el programa se alargue hasta junio, ya que este es un mes de mucha actividad en el huerto. Consideran que a medida que iba avanzando el programa, los alumnos se han ido implicando más y se ha producido un cambio de mentalidad, no sólo en ellos, sino también en sus familiares, cambio que se ha materializado en cuanto al hábito de reciclaje y abanadono de químicos en los huertos familiares.

El principal problema al que se han enfrentado los escolares y el centro ha sido la falta de sistemas adecuados de riego para el huerto, ya que en muchos colegios no hay una toma de agua o un depósito que facilite la labor. De cara a futuros programas, solicitan que los Ayuntamientos colaboren para que se pueda solventar esta cuestión. En concreto en este curso escolar han participado 117 alumnos de Primaria y algunos de Infantil de los CEIP de Venialbo (CRA de Moraleja del Vino); Nuestra Señora de la Paz (Villaralbo); Monte Gándara (El Puente de Sanabria); Faramontanos de Tábara (CRA León Felipe de Tábara) y los CRA de Valle de Valverde (Burganes de Valverde); Mahíde; Cubo del Vino (Aula de Peñausende) y el Centro de Educación Obligatoria de Coreses.

Los temas que se abordan se adaptan a cada grupo de enseñanza, exponiéndolos de manera sencilla a través de la monitora encargada de realizar el proyecto. De este modo, se pretende contar con una base teórica que incluya aspectos como la diferencia entre agricultura ecológica y convencional, el suelo, la semilla y la siembra, el agua y riego, la biodiversidad y las diferentes asociaciones, rotaciones y setos, el tratamiento de plagas y enfermedades mediante sistemas ecológicos, así como los insectos beneficiosos, los residuos y los alimentos ecológicos.