Un incendio originado a media tarde de ayer en una zona de cereales y rastrojos de las inmediaciones del Hostal 59, en las cercanías de la carretera N-122 y en el término de Zamora, pero colindante a Coreses, obligó a intervenir a diversos efectivos del Parque de Bomberos de Zamora, así como a algunos agentes medioambientales y a un helicóptero de la Base de Villaralbo.

Su rápida actuación frenó la expansión de unas llamas que avanzaban como la pólvora por una superficie de cultivo, que era un puro combustible por la sequedad que ofrecen el terreno y las mieses en este momento.

El intenso humo generado por el fuego en los primeros momentos y la escasa visibilidad que se adueñaba del área de la N-122 llevó a la Guardia Civil a cortar por un breve espacio de tiempo esta vía de circulación, aunque el tráfico pronto siguió su curso al frenarse la fuerza del incendio en el perímetro tocante al trazado vial.

Hubo un momento de cierta tensión y riesgo cuando, en plena operación de control de las llamas, el helicóptero "rozó" uno de los tendidos eléctricos de la zona, pero la aeronave pudo aterrizar sin problemas según afirmó Concha Rosales, responsable del área de Seguridad del Ayuntamiento de Zamora. A consecuencia del golpe fue seccionada una línea del tendido. El corte "fue punteado" para evitar mayores problemas y también se puso en conocimiento de Iberdrola la situación, precisó Rosales.

Tanto en Coreses como en Mofarracinos se registró un puntual corte del suministro eléctrico, "de apenas cinco minutos", que los vecinos no supieron precisar si se debió a la colisión de la aeronave.

El incendio no llegó a interrumpir la vida laboral de las empresas radicadas en el polígono que mantuvieron su trabajo hasta el cierre. El operativo de extinción consiguió después de una intensa labor controlar las llamas, que llegaron a poner en peligro algunas edificaciones de la zona. Al cierre de la edición se desconocía todavía la causa que provocó el incendio así como la superficie arrasada. Tras darse por controlado el fuego quedó sobre el lugar un retén y efectivos de la Guardia Civil para evitar que reavivaran las llamas.