El vecindario de Vigo de Sanabria culminó ayer los actos centrales dedicados a Nuestra Señora La Virgen de Gracias. La imagen de la patrona regresó a lo largo de la mañana al altar en su ermita, en el Barrio Alto, en concurrida procesión, y tras peregrinar el domingo hasta la iglesia parroquial donde pernoctó y donde recibió las salutaciones del pueblo.

La fiesta de la Virgen de Gracias contó con el recital de la loya, a cargo de Francisco Gallego, y el tradicional canto del ramo a cargo del cuarteto de mujeres del pueblo vestidas de sanabresas que el domingo acapararon la atención en el templo.

Cuarenta parejas concurrieron a la partida tradicional de bolos seguida de una concurrida merienda popular a base de pulpada, rematada con baile con el trío Media Noche. Las fiestas de Vigo comenzaron este viernes con el anuncio de las fiestas desde la explanada de las escuelas y la reunión de las peñas y los vecinos, que se apuntaron al baile con La Última Legión.

A lo largo del fin de semana, los más pequeños disfrutaron de un taller de aprendizaje de malabares con "Iván" amenizado con hinchables y juegos infantiles. La vigilia de la Virgen comenzaba el sábado a las ocho de la tarde, mientras en las escuelas se preparaba la verbena con Media Luna. Sin tiempo para dormir, la alborada marcó el comienzo de la jornada dominical.

Tras los actos en el templo y la procesión, el pueblo participó con los Gaiteros Colino del baile popular ante el templo. La tarde fue completa, música folk con Mayalde y teatro con el grupo "Senderos" de Benavente que con el estreno de "los árboles mueren de pie" de Alejandro Casona, llenó la platea de la explanada de las escuelas. La discoteca móvil Kappital animó las noches de Vigo.