El primer taller de "Elaboración de telas enceradas" enmarcado dentro de la corriente de Cultura Circular, impartido por la divulgadora Beatriz Quintana, tuvo como escenario el Centro de la Miel de Sagallos. A esta iniciativa organizada este mes de junio, asistieron un pequeño grupo de participantes, procedentes de distintos puntos de la provincia de Sanabria, Carballeda y Sayago.

El objetivo del taller es sensibilizar sobre el concepto de "economía circular" y reducir la cantidad de residuos y que, a su vez, esos residuos sean considerados "como un recurso". La cera se convierte en un aliado contra exceso de consumo de plásticos y envoltorios de aluminio.

A partir del primer taller organizado en casa por Beatriz Quintana, el interés se ha extendido entre asociaciones y grupos de consumo, dentro de un amplio grupo de edades desde los 10 ó 12 años.

Las telas enceradas tienen numerosas aplicaciones, como tapar y preservar alimentos, cerramiento de tarros de conservas. "Por ejemplo una sopa que te ha sobrado y que no necesitas cambiar del recipiente, solo tienes que taparla, lo mismo que un queso o un bol de lechuga".

La obtención de la materia prima sigue el principio de proximidad, así las láminas de cera se han adquirido en la fábrica que hay en Sagallos, la resina procede de Valladolid y solo el aceite de coco hay que adquirirlo fuera. Las telas son ecológicas y orgánicas, como lino y algodón. Es una manera de dar utilidad a retales de tela o prendas en desuso. Dado que para conseguir la impregnación de la tela es necesario aplicar calor, no se pueden utilizar telas sintéticas.

La economía circular está en contraposición a la economía lineal de comprar, usar y tirar. La economía circular "crea alternativas para generar soluciones". Como divulgadora "los consumidores tienen mucha capacidad de decisión, más que la industria" aporta Beatriz Quintana.

En este caso es necesario un proceso de concienciación, básicamente porque le hábito de consumo lineal "está muy metido. Comprar, usar y tirar. Antes de la acción va el pensamiento y si no hay un cambio de pensamiento no se puede generar un cambio de hábitos de consumo".

El reciclaje no es una solución completa "es una parte más de la economía lineal, frente a la alternativa circular de crear nuevos diseños que buscan prolongar su uso, su vida". El reciclaje busca la trasformación de lo que consideran un residuos.

En Cultura Circular la propuesta consiste en reducir la extracción de todo tipo de materias primas y especialmente reducir el uso de petróleo para fabricar plástico.

Al final se trata de "conocer las necesidades, que son las mismas para todos, pero la cuestión es cómo las satisfacemos. Por ejemplo, la ropa. Tenemos una necesidad de cubrirnos y definimos el criterio que uso para comprar". Otro ejemplo muy ilustrativo es "la cultura de usar vasos de plástico, en las fiestas, dentro de un consumo lineal. Una alternativa sería usar vasos de plástico duro que se pudieran lavar y tener más de un uso y reducir la cantidad de basura que se produce".

El consumidor tiene que "estar informado y estar en contacto con otros usuarios que compartan sus experiencias y ayude a mejorar con prácticas de sostenibilidad".