Su denominación como vaca sayaguesa es la prueba más fehaciente del origen de esta raza bovina nacida en la comarca de Sayago. El emblemático animal de color negro, tamaño grande y robusto, y largos cuernos, identifica a una comarca que tiene en esta raza autóctona en peligro de extinción una de sus señas de identidad.

Durante siglos fue el "sostén de la casa", ideal para el acarreo y las labores, también un pilar para economías familiares prácticamente de subsistencia; "cuando nacía un ternero se vendía" recuerda Jesús Santiago de sus años mozos en Bermillo de Sayago. Mansa, gregaria, sobria, resistente y de fácil manejo, antaño se valoraba especialmente su aptitud para el trabajo. "Todo el mundo tenía vacas, como mínimo solía haber dos parejas en la casa y luego estaba el toro del pueblo", el semental que cubría a las hembras y garantizaba nuevas generaciones.

Pero como ocurrió con todo el sector agropecuario en general, llegó la mecanización y con ella el declive de una raza que hoy cuenta con unas mil madres censadas y 40 toros sementales, según explica Antonio Vázquez, presidente de la Asociación de Criadores de Raza Sayaguesa.

Los usos tradicionales como animal de trabajo se han transformado en la actualidad en una valoración de la carne de ternera sayaguesa como una auténtica "delicatessen" apreciada por refinados restauradores y no menos finos paladares. Prueba de ello es el éxito de la carne en un mercado muy selecto que cuando prueba, repite. "Ahora mismo la demanda es nuestra mejor garantía, la carne se aprecia y se paga bien" asegura Antonio Vázquez, ganadero de Villar del Buey de la generación de jóvenes que apuestan por la raza sayaguesa en sus explotaciones.

"Se van incorporando más jóvenes, hay buenas expectativas; ahora tenemos dos ganaderos más en Sayago y en León que encuentran atractivo en esta raza" expresaba ayer el criador junto a los ejemplares de raza sayaguesa que se presentaron al concurso morfológico nacional celebrado durante la feria de productos de la tierra de Sayago que tuvo lugar en Bermillo.