La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León puso en marcha el pasado sábado, aún en plena primavera, el puesto de vigilancia contra incendios de Santa Ana, municipio de Alcañices, cercano a la frontera con Portugal, más otros tres en el resto de la provincia de Zamora. Las altas temperaturas y la continua sequía con escasez de precipitaciones han obligado a tomar medidas ante el alto riesgos de fuegos forestales.

Medio Ambiente volvía a declarar el pasado jueves "Peligro medio de incendios forestales", una situación que se mantiene ya de manera continua desde el 23 de mayo y que de momento se mantendrá hasta el día 6 de junio.

El sábado 15 de junio entrará en funcionamiento el puesto de vigilancia conjunto que España y Portugal tienen ubicado en el "Alto de la Luz" entre Moveros y Constantim, desde donde se avista gran parte del territorio de la provincia de Zamora y de la región lusa Tras Os Montes y Alto Douro.

Ello ha traído consigo que se haya adelantado el cierre de la campaña de quemas controladas iniciada el 20 de octubre de 2018 y que en teoría debería de haber finalizado el 31 de mayo de 2019. En la práctica el cierre llegó antes dado que las quemas se prohíben automáticamente al declararse peligro medio o alto de incendios forestales. Los últimos ocho días de campaña por tanto no pudieron realizarse quemas y son muchos los que no han podido realizar las quemas solicitadas y autorizadas.

El pasado año la Junta de castilla y León autorizó una prorroga llegando el mes de junio, algo que no sucederá este año dada la grave situación del campo. Hay mucha hierba y maleza en los campos, que son un auténtico polvorín donde lo mejor es no arriesgarse a jugar con fuego. Aquellas personas que tienen autorizadas quemas controladas debe tener en cuenta que de momento no pueden realizarlas, y caso de hacerlo y producirse un incendio podrían tener que enfrentarse a grandes y graves sanciones económicas.

De momento se pueden seguir utilizando en el campo desbrozadoras de mano y las de tractor, así como las clásicas motosierras para hacer limpieza, pero siempre extremando todas las precauciones para evitar que una chispa inicie algún incendio forestal.

El 1 de junio, sábado, la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León puso en marcha en la provincia de Zamora un amplio operativo de guardia para la prevención y lucha contra incendios integrado por 105 personas: cuatro puestos de vigilancia (con dos vigilantes por cada uno de ellos), 10 motobombas, bomberos de Aliste y Toro (convenio), cinco cuadrillas de tierra, dos helicópteros con una cuadrilla área cada uno, un buldozer, agentes medioambientales y técnicos. El día 15 de junio se incorporarán 150 nuevos efectivos, pasándose a un total de 255 y ya a partir del 1 de julio se superarán las 400 personas con la entrada oficial del peligro alto de incendios que se extenderá más de tres meses, hasta ya entrado el otoño.