La inesperada muerte ayer tarde por infarto del Obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez Fernández, de 62 años de edad, y a cuya Diócesis pertenecen más de 200 pueblos de la provincia de Zamora, ha dejado "desechos" a los sacerdotes que ofician los actos religiosos en sus respectivas parroquias. Tuvieron conocimiento del suceso a través de un escueto mensaje remitido desde la Diócesis donde se les informaba que "el Sr. Obispo D. Juan Antonio Menéndez ha fallecido esta tarde en Astorga de forma repentina. A la espera de nuevas noticias os rogamos que todas las parroquias y comunidades cristinas se ofrezcan oraciones al Dios de la Vida".

"Estamos desechos" señaló ayer tarde el sacerdote Vicente Miguélez, que ayer celebró como tantos la festividad de San Isidro El Labrador y que tuvo su último encuentro con el Obispo el pasado viernes en un encuentro celebrado en Astorga, con motivo del patrón de los párrocos, San Juan de Ávila, y donde "estuvo bromeando con nosotros".

Menéndez sufrió infarto cuando se encontraba en una calle cercana al Arzobispado, según informan fuentes sacerdotales de Sanabria y Carballeda, que destacan la gran carga de trabajo y de responsabilidad que tenía en sus manos en estos momentos. El prelado sufrió un ataque al corazón hacia las 17.00 horas de la tarde y nada pudo hacer por su recuperación el personal sanitario movilizado tras darse aviso al Servicio de Emergencias.

Según recoge Efe de fuentes municipales, hasta el lugar se dirigió un equipo médico avisado por el 112 que trató de reanimar al prelado durante varios minutos sin conseguirlo hasta que finalmente falleció sobre las 17.00 horas.

La muerte han causado tal conmoción que "no sabemos qué hacer y estamos intentando ponernos de acuerdo". Sacerdotes de Sanabria y Carballeda tenían previsto celebrar hoy "un retiro" y el domingo una convivencia en el santuario de la Alcobilla y, en principio, la determinación es "rezar por su alma".

Hoy está previsto que se trasladen hasta Astorga "para velar delante del cuerpo del Obispo y recordarle" según expresó ayer el párroco de Villardeciervos Vladimir Hryhoriet, que se enteró del desenlace por la tarde cuando estaba en la celebración de la festividad de San Isidro el Labrador. "Los feligreses que estaban en la misa se quedaron espontáneamente a rezar durante unos quince minutos". Vladimir manifiesta que "la muerte de Juan Antonio Menéndez ha sido como la muerte de un padre porque ha sido un buen pastor para todos los sacerdotes y para los pueblos".

Juan Antonio Menéndez, estaba al frente de la comisión antipederastia constituida por la Iglesia Católica para la prevención y protección de los abusos sexuales a menores. Unos protocolos puestos en marcha tras los sucesivos casos de pederastia revelados y sacados a la luz, en casos como los cometidos por el ex sacerdote José Manuel Ramos Gordón, por el periódico LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

Menéndez fue designado el pasado año para presidir la comisión que tenía como objetivo elaborar una nueva normativa para la prevención y protección de los abusos sexuales en la Iglesia.

La elección levantó algunas críticas derivadas de las sanciones impuestas al sacerdote José Manuel Ramos Gordón por varios casos de abusos cometidos hace años en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria que desde diversos sectores se consideraron excesivamente leves. Aunque se trataba de delitos que habían prescrito civil y canónicamente, Menéndez ordenó una investigación "exhaustiva" y dio cuenta de ello a la Santa Sede.

La sanción impuesta fue criticada tanto por víctimas como por diversos colectivos que exigían a la Iglesia más dureza e incluso la expulsión de los curas implicados en los abusos.

Su muerte deja la presidencia de la Comisión antipederastia vacante y exigirá un nuevo nombramiento.

El papa Francisco nombró en noviembre de 2015 a Menéndez obispo de Astorga tras aceptar la renuncia del anterior prelado, Camilo Lorenzo Iglesias, al cumplir los 75 años.

Fue el primer obispo español nombrado por el papa Francisco y se convirtió en el 137 obispo de la Diócesis de Astorga, una de las más antiguas de España, mientras que, en el momento de su nombramiento, era obispo auxiliar de Oviedo.

Menéndez nació el 6 de enero de 1957 en Villamarín de Salcedo Grado (Asturias), estudió en el seminario de Oviedo, se licenció en Teología (1980) y en Derecho Canónico (2005) por la Universidad Pontificia de Salamanca y fue ordenado sacerdote el 10 de mayo de 1981. Fue titular de varias pequeñas parroquias, vicario general del 2001 al 2011 y vicario episcopal para los Asuntos Jurídicos de 2011 a 2013.

Ese último año fue nombrado obispo auxiliar de Oviedo y titular de la diócesis de Nasai (Argelia) y dos años después recibió la ordenación episcopal como obispo de Astorga. Tomó posesión de este cargo el 19 de diciembre de 2015 en la catedral de la capital maragata donde pronunció una homilía en la que ofreció su "humilde" colaboración a las autoridades políticas y sociales para buscar juntos un futuro justo y estable para todos.

Se autoproclamó entonces como "astorgano asturiano" y aseguró que su trabajo iría encaminado a buscar la cercanía "con toda la Diócesis de Astorga" y que escucharía, ayudaría y orientaría a sus fieles.

Juan Antonio Menéndez tenía bajo su jurisdicción eclesiástica las parroquias de más de doscientos municipios zamoranos, pertenecientes a los arciprestazgos de Sanabria-Carballeda, Los Valles y Tábara. Desde que en el año 2015 ocupó el cargo en la Diócesis de Astorga ha hecho acto de presencia en todas las parroquias por acciones pastorales, confirmaciones y solemnes celebraciones.