Agua. Es lo primero que reclama el mundo del campo en el día de su patrón, San Isidro Labrador. En un año "justito" de lluvias, los hombres y mujeres del sector agrario miran al cielo esperando que la segunda quincena de mayo sea generosa para los cultivos para recoger buenas cosechas, se recarguen los acuíferos y florezcan los pastos para el ganado.

"Pedimos agua para dentro de un cuarto de hora porque el calor aprieta" dibuja José Roales, presidente de la Cámara Agraria Provincial y agricultor de Villamayor de Campos, para mostrar la urgencia de las lluvias. Y si hablamos de los desafíos del sector, los resume en dos: agua y precios "es la pelea de siempre". "Porque estamos en el umbral de la rentabilidad y si miras hacia los ganaderos de leche ahí ya se acabó".

Este agricultor cuestiona "la furia por lo rural que le ha entrado a los políticos, pero es que es mejor que ni lo toquen porque cada vez que han metido las manos en lo rural lo han estropeado. Y eso es producto de un desconocimiento supino del mundo del campo; no tienen ni idea ni ganas de arreglar las cosas, quieren que seamos una especie a extinguir y nuestra capacidad de lucha es cada vez menor porque somos muy poquitos".

"La situación empieza a ser preocupante" explica Almudena Rodríguez, ganadera de Argañín. "Cayeron lluvias bastante buenas en marzo y algo en abril, pero los calores de estos días y el viento está secando los pastos a pasos agigantados; hace falta que llueva".

En el día del patrón esta ganadera pone sobre la mesa problemas como las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar en un trabajo "que te ocupa muchas horas del día" como ocurre con la ganadería en extensivo. En cuestiones como la educación o el cuidado de las personas mayores, la brecha "se amplifica en el mundo rural porque no tenemos los servicios cerca, no hay por ejemplo un centro de día como en la ciudades o lo tienes lejos; luchamos muchas veces contra unos servicios bastante precarios".

Y en lo que respecta más directamente a la ganadería, a esta productora le preocupa la "incertidumbre ante la próxima reforma de la PAC" que puede recortar las ayudas mientras los "precios de nuestros productos que siguen por los suelos". Almudena Rodríguez lamenta que la sociedad "se olvide del sector primario, a pesar de que es básico; cuando se habla de despoblación no se tiene en cuenta que el sector primario es el motor".

Antonio Medina, agricultor toresano y líder de Asaja en la provincia, también pide "agua" al patrón. Porque aunque el campo "no se presenta mal y está sano, hoy por hoy el cereal es paja, hace falta que llueva para rematar bien la cosecha". Fuera de esa "preocupación principal del sector que es mirar al cielo", Antonio Medina advierte que "la agricultura no puede con los costes, el gasóleo está prohibitivo, hoy con un tractor de 120 caballos si sales todo el día al campo no lo haces por menos de 150 euros. Los gastos nos exagerados y la gente está asustada".

Este agricultor reclama además que "cese la presión de la administración, últimamente nos están friendo con los controles de pozos a cielo abierto, cuando no con la circulación de los vehículos agrícolas por carreteras que antes eran caminos agrícolas y nos las adaptan para pasar con la maquinaria". O con una burocracia "cada vez mayor. No puede ser que tengamos tantos problemas quienes somos garantes del medio ambiente".

Tras reclamar al Santo "que llueva porque en muchas zonas la cosa se empieza a poner complicada", Aurelio González, agricultor de San Miguel de la Ribera y secretario general de UPA en Castilla y León, pone el acento en "una política agraria justa, que tenga en cuenta a los agricultores y ganaderos genuinos, los que cotizan y viven del campo". Sobre los problemas a los que se enfrenta el sector, apunta a las "medidas urgentes para combatir la plaga de la fauna salvaje, que va a terminar por echarnos de los pueblos. No puede ser que el jabalí, el conejo o los ciervos se coman nuestras cosechas; y que el lobo tenga en vilo a los ganaderos. Nadie quiere que se extingan las especies pero sí un control eficaz que garantice un equilibrio entre la fauna y la agricultura y la ganadería. Al paso que vamos la especie con más peligro de extinción somos los agricultores y los ganaderos".

Aurelio González llama a la "responsabilidad" de los partidos políticos, en pleno proceso electoral, sobre todo ante unas elecciones europeas donde "el campo se juega mucho con la reforma PAC que debe de garantizar y mantener el mejor sistema agroalimentario del mundo".

Además del agua, Europa está cada vez más en la mente de agricultores y ganaderos "porque ahí se juega nuestro futuro" incide Lorenzo Rivera, presidente de Coag Zamora, agricultor y ganadero en Peleas de Abajo. "Lo prioritario en este momento son las lluvias, este año ha caído lo justito, como un tentempié y necesitamos que llueva" explica. Meteorología al margen, el líder de Coag sitúa las miras en el resultado de las elecciones europeas; "con las autonómicas y municipales quedan como en un segundo plano, pero es importantísimo el resultado del arco parlamentario de Europa para las decisiones que se tomen sobre la agricultura y la ganadería"·

En este 15 de mayo Lorenzo Rivera destaca especialmente el problema que se le avecina al sector con "un déficit en la incorporación de jóvenes. Al ritmo actual en los próximos 10 años 200.000 agricultores y ganaderos se jubilarán y solo se van a incorporar 85.000".

De la misma forma destaca "el valor del sector agroalimentario en nuestra provincia, que está trabajando bien". Y con la polémica muy viva por la implantación de grandes explotaciones industriales de porcino, este representante agrario tira una lanza a favor de los "ganaderos que con mucho esfuerzo sacan adelante sus explotaciones. No estamos a favor de las grandes industrias que vienen de fuera, pero sí de agricultores y ganaderos locales que legítimamente luchan por sus negocios. No se puede meter a todos en el mismo saco y estas plataformas que surgen crean mucha confusión y hacen daño al sector".

Charo García, ganadera de extensivo de Villarino de Sanabria, reclama una mirada de las administraciones hacia este tipo de producción pecuaria. Y también reclama la implicación de esas mismas administraciones en el conflicto del lobo, "aprobando medidas que nos permitan convivir a todos, porque lo que están haciendo es lavarse las manos y echarnos a la plaza a ganaderos y ecologistas". Como pobladora del mundo rural, Charo García reclama "servicios y oportunidades para vivir dignamente en los pueblos, si no se facilitan las cosas a quienes vivimos en el medio rural y lo mantenemos va a ser imposible continuar".