"Mi corazón abatido, no dejará de luchar, seguirás siempre conmigo, nunca te voy a dejar". (Mamá). El mensaje de Inmaculada Andrés en un árbol de recuerdos transmite el sentir de la primera Feria "El mundo rural de Leticia Rosino" que ayer reunió en Tábara a más de un millar de personas arropando a una familia desolada, cuando apenas ha transcurrido un año desde que un adolescente de 16 años arrebató de forma violenta la vida de Leticia Rosino Andrés a sus 32 años.

"Si hubiera estado viva, ella quería hacer esto. Pero no la tenemos aquí" acertaba a decir una madre emocionada y doliente en el stand de la Fundación Leticia Rosino, poblado de familiares y amigos de la joven tabaresa empeñados en hacer perenne su recuerdo. Por eso el árbol con emotivos mensajes, por eso la recogida de firmas exigiendo la modificación de la Ley del Menor donde los asistentes a la feria iban rellenando hojas y hojas para reclamar a los políticos el endurecimiento de las penas.

Por eso una urna para recaudar fondos con los que la Fundación Leticia Rosino llevará adelante muchos proyectos, tanto para mantener vivo el recuerdo de la joven tabaresa como para forzar "todas las medidas y poner Madrid patas arriba si es necesario para que no ocurra ninguna desgracia más como la que nos ha tocado a nosotros" expresaba Santiago Andrés, tío de Leticia y abanderado de la infatigable lucha emprendida desde que el 3 de mayo de 2018 la incomprensible tragedia trastocó por completo la vida de la familia Rosino Andrés.

"La prioridad es el cambio de la Ley del Menor, por eso estamos recogiendo firmas. Quiero que todo el mundo tenga presente a Leticia y ayudar a posibles víctimas como nosotros. Nos encontramos totalmente desamparados, queremos el apoyo de psicólogos y todo el personal que quiera echarnos una mano, estaremos encantados de recibirla" declaró Inmaculada Andrés.

Por eso también la presencia de Fernando Romay en Tábara inaugurando una concurridísima feria de artesanía y productos de la tierra, con más de 30 expositores. Licores, leche, dulces, cerveza, miel, pan, vino, cerámica, alfarería o quesos. El sector lácteo especialmente protagonista porque a él estaba vinculada la joven Leticia cuando fue asesinada en Castrogonzalo, como trabajadora en la industria Lácteas Cobreros.

Y en ese bullicioso mercado apareció la titánica figura de Fernando Romay, a quien costó dios y ayuda llegar hasta el escenario de la feria, interrumpido a cada paso por las numerosas personas que buscaban una foto con el legendario jugador de baloncesto. "¡Pero si es el Romario!" gritaba alguna despistada. "¡Qué tío más grande!" soltaba un anciano sin dejar de mirar hacia arriba hasta llegar a los 213 centímetros que le convirtieron en el techo y el muro del baloncesto español durante años. "Es un placer que los organizadores hayan pensado que doy la talla en memoria de Leticia" declaró Fernando Romay.

"Es un momento especial para mi porque toda mi vida he jugado a baloncesto y eso significa dar ilusión a los demás; la gente que nos seguía se ilusionaba cuando metía una canasta, y los que no nos seguían se ilusionaban cada vez que la fallaba. Lo nuestro era crear ilusión" expresaba junto a la madre y al tío de Leticia Rosino, muy emocionados.

"Tenéis todas las razones del mundo para estar cabreados, muchas más para estar dolidos, pero queréis crear algo que era lo que llevaba Leticia a gala: la ilusión por hacer grande lo más suyo, los productos de esta tierra. Estáis creando ilusión", subrayó entre los aplausos de un pabellón abarrotado. Fernando Romay causó sensación en un multitudinario zoco donde el deportista se iba parando sin hacer ascos a las invitaciones de productos.

Con una copa de vino zamorano y junto a su amigo Pedro Mario, el galardonado cocinero benaventano, Romay brindó por Leticia. "Estoy encantado de estar aquí pero no quisiera, por el motivo que estoy" evocó Pedro Mario. "Aún así, si nuestra voz y nuestras manos, junto con las de dos chefs maravillosos como Juanjo y Víctor, dos genios, pueden contribuir a esta Fundación, aquí estamos. Leticia, no te vamos a olvidar. Por ti, ¡guapa!", concluyó, levantando la copa.

¿Por qué esta feria?. "La Fundación no hace nada al azar. Mi sobrina era una enamorada del mundo rural, de las cosas de nuestra tierra. De hecho, ella tenía un buen puesto en Inglaterra y decidió venirse a Zamora. Y en su mente siempre estaba hacer algo parecido a esto, una feria o una exposición de productos de nuestra tierra para situar a Zamora y a su valores en el lugar más alto" explicaba Santiago Andrés.

Éso y no otro es el motivo de la feria "El mundo rural de Leticia Rosino" que ayer y hoy abre sus puertas en el pabellón polideportivo de Tábara. Por eso también la "parafernalia" de un récord mundial con la elaboración de la mayor "fondue" de queso del mundo. "Queremos demostrar que somos capaces de hacer cosas y conseguir que los productos que nacen de nuestra tierra tengan la mayor difusión posible. Así lo quería Leticia".

Un trabajo gestado durante meses que ha salido adelante gracias a la entrega de un equipo donde caben desde familiares y amigos, pasando por la empresa donde trabajaba Leticia hasta el día que le arrebataron la vida, el Ayuntamiento de Tábara o el grupo de acción local Adata.

Y esa suma de fuerzas hizo ayer posible uno de los sueños de Leticia Rosino, la feria de artesanía y productos de la tierra, que en su primera edición además pasará a la historia por haber elaborado la "fondue" de queso más grande del mundo. Tres estrellas Michelín se pusieron a los fogones: Pedro Mario, del restaurante El Ermitaño de Benavente; Juanjo, de Cocinandos en León y Víctor Gutiérrez de Salamanca.

Para la grandiosa "fondue" se han empleado 300 kilos de queso de cabra, 350 de emmental y 350 de gruyere, además de 150 litros de vino blanco, 45 de agua y 5 de orujo, como detalló el cocinero Pedro Mario Pérez.

Un notario certificó las cantidades usadas en la que pretende ser la mayor "fondue" de queso del mundo para entrar en el libro Guinness de los récords.