Pinilla de Fermoselle celebró ayer la romería de San Miguel Arcángel con el tradicional recorrido procesional portando la talla del santo desde la iglesia de Nuestra Señora del Carrasco hasta la ermita, levantada en un panorámico cerro del Parque Natural de Arribes del Duero que pone a la vista el espectacular paisaje del espacio protegido hispanoluso.

Envueltos como viene siendo habitual en la atmósfera musical de los tamborileros del Juan del Encina, y portando estandarte, pendón y las imágenes de San Miguel y Nuestra Señora del Rosario, la comitiva recorrió el trecho del pueblo hasta "el peñascal" de la ermita sumida en rezos. Es una marcha tan devota como campera porque discurre en un marco natural repleto de encantos florales y de colorido, y con los pájaros trinando por árboles y vegetación como sumándose al festejo.

Un importante número de romeros arroparon ayer a San Miguel y participaron en los actos religiosos oficiados por el párroco Isaac Prieto, y donde un grupo de mujeres entonan un serial de estrofas. En una de ellas solicitan tanto a San Miguel como la virgen del Rosario "salud y gracia para llegar a otro año". Es una romería que entusiasma si, como ayer, el tiempo acompaña. Y es algo que comprobaron los turistas que eligieron Pinilla de Fermoselle. Los romeros disfrutaron con hermanamiento, además, de los típicos aperitivos y dulces gastronómicos.