La raza autóctona castellana se reafirmó y reivindicó ayer en la popular Feria de "San Miguel de Mayo" de Carbajales de Alba como una de las últimas pura sangre ganaderas de la provincia de Zamora y uno de los valores genéticos de ovino más importantes de Europa, dignos de preservar para las generaciones venideras por su importancia histórica y morfológica dentro del ecosistema alistnao y albarino, pero también por su contribución al desarrollo y supervivencia económica de las explotaciones familiares.

Ovino y vacuno siguen siendo los sectores que más riqueza, empleo y asentamiento de población crean en tierras alistanas, tabaresas y albarinas donde, si bien es cierto que cada vez hay menos explotaciones, las que se mantienen o abren cuentan con un mayor numero de reses.

La extensa pradera de "La Era" de Carbajales, durante siglos zona de trilla bajo los calores estivales y en septiembre de espantos taurinos, fue por un día el verde manto donde los ganaderos presumieron de sus mejores "marones" en el XXII Concurso Morfológico de Sementales de Raza Castellana.

Un semental de Francisco Fernández Domínguez, de Bermillo de Alba, se hizo con el primer premio del Concurso Morfológico (300 euros de Caja Rural). En segundo lugar quedó un ejemplar de de Dacio Gago Crespo de Losilla (150 de Anca) y tercero una de Jesús González Lobo de Bermillo (100 del Colegio de Veterinarios). Cuartos fueron los sementales de Ángel Fernández Lorenzo (Carbajales), Manuel Vicente Vicente (Salamanca), Manuel Durán Pichel (Muga) y Vidal Casas Martín (Carbajales) que recibieron 60 euros de Junta Agropecuaria, Agroturiel, Asovino, Sfera e IGP Lechazo de Castilla y León. El mejor lote fue el de Ángel Fernández Lorenzo (Carbajales), dotado con mil kilos de pienso de Cobadú.

Allí estuvieron los ganaderos de toda la vida, para los que el campo fue a la vez escuela y universidad: "Ser pastor es duro, no hay sábados, domingos ni fiestas, tienes que trabajar las veinticuatro horas del día y los 365 días del año, de la anochecida al amanecer, del alba a la puesta del sol, bajo la lluvia, la escarcha y la nevada. Pero aun así no me arrepiento, es lo mejor que me ha pasado en la vida y he podido sacar a mi familia adelante", sentencia un alistano orgulloso de los estudios que ha dado a sus hijos: "La pequeña es ingeniera y el mayor médico, el mediano estudió Veterinaria pero le gusta el pueblo y el campo y será quien continúe con la ganadería".

La mayoría de los nuevos ganaderos heredaron la explotación de sus padres. Modernas naves y maquinaria han mejorado la calidad de vida, pero empezar de cero "es imposible" porque "hace falta mucho papeleo y mucho dinero". La media de edad está en 50 años.

Pastores y ganaderos, una cosa va a unida a la otra, disfrutaron de un almuerzo de convivencia y hermandad donde en animadas conversaciones analizaron la situación del mundo agroganadero y de los pueblos, por cortesía de la IGP del Lechazo de Castilla y León, Asovino y Anca: "Si queremos salvar nuestros pueblos la única solución es mantener e incrementar los servicios públicos e infraestructuras, mejorando la calidad de vida para que los jóvenes puedan quedarse a vivir con dignidad y empleo".

El día acompañó y cientos de visitantes disfrutaron en Carbajales del ganado, de los productos de la tierra y del folclore de Manteos y Monteras.