El Museo del Traje Carbajalinos, inaugurado el 4 de mayo de 2013, mostraba ayer a todos los visitantes la grandeza y belleza de sus bordados, esos que se ganaron durante siglos un lugar de privilegio entre la indumentaria tradicional española: así lo reflejas las estampas del francés Jean Laurent tomadas en Madrid en la boda de Alfonso XII a la que acudió una amplia representación de hombres y mujeres de Aliste y Alba. Ellos y la indumentaria alistana y albarina tuvieron su lugar de honor en la boda real, y no por casualidad.

El hecho se produjo gracias a un noble alistano de origen y madrileño de nacimiento, José Osorio y Silva (1825-1909), XVII Marques de Alcañices y cuatro veces Grande de España, alcalde de Madrid entre 1856 y 1865, presidente de la Diputación de Madrid de 1861 a 1863 y Jefe Superior de la Casa Real entre 1875 y 1885. Se le conocía popularmente por Pepe Alcañices.

Alfonso XII lo quiso como a un padre y fue su mejor amigo y consejero durante toda su vida. Fue uno de los artífices de la restauración borbónica, gracias a su tesón y a su dinero, tal es así que la reina Isabel II le dijo a Alfonso XII el día de la coronación: "Alfonso, dale la mano a Pepe (Alcañices), que ha conseguido hacerte rey". Los bordados carbajalinos fueron pues alma y corazón de bodas, también de Reyes: la De Alfonso XII y María de las Mercedes.