"Estoy sudando como una gilipollas. Agárrate a los hierros. Te pego un tortazo que te espabilo". "Eres una marrana". "Tú la cabeza la tienes torcida macho". "Estás 'cagao' hasta arriba". "Hay días que os cogía y os estampaba". "Que no ayudas nada coño". "Quita las manos, que te arreo otra vez en las manos". "Cállate que te pego un bofetón, tanta tontería. Te doy con la zapatilla".

Son algunas de las expresiones altisonantes, gritos y humillaciones, además de algún manotazo, que pueden escucharse en las grabaciones aportadas en la denuncia sobre presuntos malos tratos y vejaciones en la Residencia de Montamarta, presentada por el concejal socialista Rogelio Conde. Al escrito y los audios registrados el pasado 20 de marzo en la Fiscalía de la Audiencia Provincial se unió, siete días después, la adhesión de tres trabajadoras de la residencia confirmando los "hechos gravísimos" que se relatan en la denuncia, de los que dicen tener "conocimiento en primera persona".

La reacción en cadena ha llegado también desde las familias. Hasta el momento, que haya podido confirmar este diario, la hija de una de las residentes ha presentado una denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil de Zamora para que se sume a las diligencias abiertas sobre el caso. La denunciante aporta fotografías sobre una presunta agresión que habría sufrido su madre en una mano, provocada por una de las auxiliares denunciadas. "Estos hechos son inadmisibles, quiero que salga la verdad y asuman responsabilidades, tanto la auxiliar que agredió a mi madre como las personas que han consentido estos hechos, empezando por la directora y continuando por el Ayuntamiento de Montamarta" declara a este diario.

Las tres trabajadoras de la Residencia decidieron sumarse a la denuncia del edil socialista, una vez que tuvieron conocimiento de la misma y con el fin de ayudar a la investigación de unos hechos sobre los que ellas habían alertado a la dirección del centro.

El relato presentado por el concejal Rogelio Conde refiere que "desde hace aproximadamente tres años, prácticamente desde la inauguración de la Residencia, se infringe de manera continuada un trato vejatorio hacia residentes por parte de dos auxiliares de enfermería".

Tratos vejatorios que incluyen "humillaciones, insultos, maltrato físico como bofetadas y empujones, así como una dejación de funciones continuada por parte de las denunciadas". Se citan en la misma comportamientos como "desconectar el sistema de comunicación con las habitaciones durante la noche, que provocaba situaciones de desamparo absoluto, llevando incluso en una ocasión una señora residente a demandar ayuda sin ser atendida". Uno de los audios aportados por el concejal socialista junto a la denuncia contiene la petición de auxilio de la anciana, ya fallecida. "Por favor, por favor, por favor.. (grita insistentemente) Que me ahogo?". Cuando llega una de las trabajadoras denunciadas contesta: "Pues no te ahogues".

El contenido de estos audios, que aparecieron en la taquilla de una de las trabajadoras, se puso de inmediato en conocimiento de la directora de la Residencia, quien, según detalla la denuncia, "no quiso ni escucharlos y en ningún momento ha tomado medidas para solucionar la situación".

Como tampoco habrían sido atendidas las advertencias de trabajadoras que "en reiteradas ocasiones" han puesto en conocimiento de sus superiores lo que estaba ocurriendo.

Ante la falta de respuesta y de medidas para acabar con las presuntas vejaciones y malos tratos a algunos residentes, los hechos llegaron a conocimiento del concejal socialista Rogelio Conde, quien decidió actuar. "Son actuaciones gravísimas; cuando escuché las grabaciones me quedé tan impactado que era imposible quedarse parado".

La reacción a su denuncia llegó días después con la referida adhesión de tres trabajadoras de la Residencia que, como ha podido saber este diario, llevaban "mucho tiempo notificando verbalmente irregularidades" a la directora del centro. Al parecer la máxima responsable les hacía saber que llegaban al Ayuntamiento, una y otra vez se repetía el mismo trámite sin resultado alguno. Las trabajadoras sentirían "impotencia y tristeza" por no poder hacer lo básico en su trabajo, proteger a los residentes de cualquier maltrato físico o psicológico.

El caso llegó al conocimiento de una inspectora médica. quien alarmada por los hechos, les habría instado a ir a la Fiscalía a la menor brevedad.

Una vez presentada la denuncia del representante municipal del PSOE, la Guardia Civil abrió diligencias, visitó la Residencia de Montamarta y se ha tomado declaración a la directora y personal del centro. El concejal socialista denuncia a dos auxiliares, la directora de la Residencia, la alcaldesa de Montamarta y el teniente de alcalde y concejal de Servicios Sociales.

A todo ello se suma ahora la de un familiar, quien reconoce que "hace tiempo" venía sospechando del comportamiento de una de las trabajadoras denunciadas. Pero la gota que colmó el vaso ocurrió hace unos dos meses cuando descubrió que su madre tenía un golpe en una mano. "Pedí explicaciones y a día de hoy no me han dado ni una. Se las pedí a las auxiliares que había en ese momento diciéndoles que me llamase la directora y no me ha contestado nadie".

"Hace tiempo que le tengo el ojo echado (en referencia a una de las auxiliares denunciadas), sospeché de ella porque fue una época que estuvo un periodo de baja y al reincorporarse le pasó esto a mi madre. Demasiado zalamera delante de mí y por detrás, no sé, no me daba buena espina. No quieres pensar que pasen ese tipo de cosas pero tal y como está el tema, lo que he visto, lo que he oído y lo que le ha pasado a mi madre, es que voy a por todas. Esto no se puede permitir bajo ningún concepto".

Esta familiar cuestiona que después de más de un mes desde que se puso la primera denuncia "no se hayan tomado medidas, al menos cautelares".