Un total de seis parejas de águila perdicera, 19 de halcón peregrino, 30 de águila real, 52 de alimoche y al menos 188 parejas de buitre leonado habitan en la geografía de la provincia de Zamora e impresionan con sus vuelos a cielo abierto o, en casos, con sus espectaculares operaciones de rapacidad o carroñeo.

Estas cifras son el resultado del último censo de especies rupícolas facilitado ayer por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

La Administración informa que "el Plan de Monitorización de la biodiversidad en Castilla y León ha permitido el seguimiento y evaluación de aves que se encuentran entre las especies amenazadas de la comunidad". Apunta, además, que "el censo de las aves rupícolas, resultado del proceso de monitorización de 2018, revela un incremento de la población de buitre leonado, un freno del grave declive del águila perdicera, la estabilización de la población reproductora de águila real, un ligero descenso de la población de alimoche y un declive más acusado de halcón peregrino".

El censo es obra de agentes medioambientales, celadores y técnicos de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación Patrimonio Natural. En algunas de las provincias se ha contado con la colaboración voluntaria de la Sociedad Española de Ornitología, SEO/BirdLife, organización coordinadora de la realización de los censos de estas especies a escala estatal.

Los censos, según indica la Junta, "han permitido recabar información sobre el tamaño actual de las poblaciones, su distribución geográfica y sobre parámetros reproductores como la productividad, éxito reproductor y tasa de vuelo. Tanto el águila perdicera como el alimoche se encuentran incluidos en la categoría de "vulnerable" del Catálogo Español de Especies Amenazadas mientras que el buitre leonado, el águila real y el halcón peregrino se encuentran incluidos en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial".

"Los seguimientos de especies protegidas desarrolladas en la anualidad 2018 se han complementado con otros estudios específicos ejecutados mediante proyectos de inversión financiados con cargo al Programa de Desarrollo Rural de la Administración autonómica. En concreto, se han desarrollado estudios de mejora del conocimiento de las poblaciones de desmán ibérico, bivalvo catalogado en "peligro de extinción" Margaritifera margaritifera y moluscos gasterópodos Elona quimperiana y Geomalacus maculosus" subraya la administración regional.

De águila perdicera se han localizado 18 territorios en Castilla y León, con 17 parejas seguras y una probable, seis de ellos en Zamora. Al núcleo de Burgos, asociado a los cortados del tramo inferior del río Ebro, se suma el núcleo Zamora y Salamanca, en los cañones fluviales del río Duero y de sus principales afluentes, los ríos Esla, Tormes, Uces, Huebra y Águeda. Ocho de las parejas localizadas en Arribes del Duero son transfronterizas, sus territorios están parte en España y Portugal. La Junta resalta que "el declive más acusado se produjo en la década de los 90 y en la primera década de este siglo, lo que afectó acusadamente al núcleo burgalés. Así, en 2008 y 2009 se alcanzó el mínimo poblacional histórico con 14 parejas. Desde entonces se ha conseguido frenar el acusado declive de la especie recuperándose territorios históricos de la especie en los últimos años". Respecto "a los problemas de conservación actuales" los relaciona "con la escasez de las especies presa y las altas tasas de mortalidad causadas por tendidos eléctricos".

En lo tocante al alimoche se ha detectado el inicio de la incubación en 246 parejas reproductoras, realizándose el seguimiento completo de la reproducción en 186 de ellas, de las cuales 134 completaron la reproducción con éxito, naciendo un total de 149 pollos. Zamora cuenta con una población reproductora de 52 parejas. La Junta señala que "en comparación con el censo realizado en 2008, la población reproductora de alimoche registra una pérdida de 39 parejas seguras y 59 estimadas.

La población de buitre leonado "ha experimentado un considerable aumento durante los últimos diez años dado que en el año 2008 la población castellano y leonesa se cifró en 6.275 parejas, lo que supone un aumento de 1.808 parejas en diez años. Todas las provincias han experimentado aumentos de la población en comparación con el censo anterior, excepto en Burgos donde se ha registrado un descenso del 14 % de la población".

En 2018 se censaron 215-259 parejas de águila real en Castilla y León, siendo las provincias de Burgos, Soria, Zamora y Ávila las provincias con mayor población con 59, 36, 30 y 28 parejas seguras detectadas respectivamente. Con una menor población se sitúan las provincias de Salamanca (19 parejas), León (19 parejas), Palencia (12 parejas) y Segovia (11 parejas). Por último, en Valladolid solo se han detectado dos parejas seguras de águila real. La población de águila real mantiene la estabilidad de sus poblaciones.

La Junta ya ha realizado en enero el censo internacional de aves acuáticas invernantes en más de 300 humedales; que se complementa con un seguimiento de aves acuáticas migradoras. En los próximos días comenzará el seguimiento de las colonias de ardeidas (martinete, garcilla bueyera y garceta común), garza imperial y avetoro.

La Administración autonómica también lleva adelante censos de " especies que por su escasez o nivel de amenaza hay que censar cada año, como la cigüeña negra, el águila imperial ibérica, el buitre negro y el águila perdicera. Son pormenorizados, en un mínimo de una ZEPA seleccionada por cada provincia, en especies como el milano real, el alimoche y el buitre leonado.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente hace seguimiento de aves esteparias "debido al delicado estado de conservación que presenta este grupo. Precisa la Junta que "se está trabajando en la elaboración de los censos regionales de avutarda, ganga ibérica y ganga ortega",