"Basta de violencia". El mensaje, inmortalizado en una de las paredes de la escuela de Cañizal, responde a la iniciativa de un grupo de jóvenes que junto a niños y niñas del pueblo han querido sensibilidad a la población con un problema dramático y actual como es la violencia de género.

Por eso, una mañana de esta Semana Santa vacacional para los escolares se pusieron manos a la obra y comenzaron a pintar un árbol en el que, desde el tronco que simboliza la igualdad, brotan conductas loables como la tolerancia, comprensión, educación, respeto, seguridad amabilidad o sensibilidad; mientras se deshojan sentimientos y hechos dañinos como el odio, acoso, intolerancia, maltrato, desprecio, insultos o golpes.

Y sobresaliendo en el mural el mensaje "Basta de violencia" con multitud de huellas moradas de las palmas de las manos salpicadas por toda la pared de la escuela de Cañizal. Toda una lección para alumnos y vecinos en general, que pueden contemplar esta singular y participativa obra de arte convertida en todo el símbolo contra los actos de violencia sobre las mujeres. Una idea que incluso puede ser exportada a otros pueblos, como sugirió alguna de las participantes en la obra.

"Queríamos hacer algo simbólico para llamar la atención y que todos nos sensibilicemos contra la violencia de género, implicando también a los niños y niñas del pueblo" explica Paula Moreno, una de las promotoras de esta iniciativa que también contó con la participación de algunas madres y otras vecinas.

Además se ha aprovechado uno de los días de vacaciones de Semana Santa, cuando los escolares no tienen clase y a la vez se les estimula con actividades. En este caso la creación del mural se completó con un taller de máscaras de animales, que lució después cada escolar como su propia obra de arte.

La actividad se complementará en el mes de mayo con una charla y una marcha contra la violencia de género. Para ello se cuenta con la colaboración de Azavi (Asociación Zamorana contra la Violencia), que nació con el objetivo de fomentar la prevención y sensibilización, también en entornos rurales donde la falta de medios o el conocimiento de la población en espacios reducidos muchas veces incrementa la vulnerabilidad de las víctimas de agresiones.

Las actividades pueden ser el germen de la asociación que están pensando en crear un grupo de jóvenes de Cañizal con el fin de canalizar nuevas iniciativas implicando a los más pequeños y dinamizar la vida de la población en general. "La buena acogida de esta primera actividad del mural nos está animando y queremos organizar más cosas" expresa Paula Moreno. Ahora que todos los mensajes que llegan del mundo rural hablan de una España vaciada, en Cañizal quieren demostrar que los pueblos desean tener vida.