Ocho organizaciones no gubernamentales alegarán contra la mina "Valtreixal" de extracción de wolframio-estaño en el término de Pedralba de la Pradería. Además de los colectivos sanabreses "Huerto del Pozo" y "Cryosanabria", se suman organizaciones como Ecologistas en Acción Zamora, Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo (ASCEL), Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, Grupo de Rehabilitación y Estudio de la Fauna (GREFA), Pangea Verde y Circinaria-Estudio y Conservación.

Para las organizaciones ambientalistas "Valtreixal" se ubica en una zona de alto valor ecológico dentro de la Red Natura 2000, dentro de la Zona de Especial Conservación (ZEC) "Sierra de la Culebra" y protegida por directivas europeas. El proyecto choca con la Directiva Hábitat que contempla que "las autoridades nacionales competentes sólo se declararán de acuerdo con dicho plan o proyecto tras haberse asegurado de que no causará perjuicio a la integridad del lugar".

El proyecto es "incongruente con la conservación de los numerosos valores naturales" y contradice los postulados del documento de gestión de este espacio natural que considera "negativo" las explotaciones mineras, que pueden deteriorar algunos hábitats de interés y producir molestias a la fauna más sensible.

El proyecto afecta íntegramente al espacio natural "Sierra de la Culebra", un refugio de relevancia ibérica y europea para el lobo ibérico. El proyecto contribuye a "deteriorar un poco más, un territorio castigado en los últimos años por los incendios forestales recurrentes en la zona, las infraestructuras viarias que han generado enormes impactos en la zona ubicada en el norte, las concentraciones parcelarias y especialmente, por las explotaciones mineras a cielo abierto de extracción de pizarra".

Los proyectos mineros desarrollados en la Sierra de la Culebra en los últimos años "han generado enormes e irreversibles impactos ambientales en el paisaje que además, no han sido restaurados, a pesar de que la legislación ambiental y minera lo obliga". Algunos ejemplos que señalan las asociaciones son Boya, Flechas, Mahíde y Riofrío de Aliste en el borde del espacio natural. En la zona de Calabor también se encuentran otras minas de estaño sin restaurar.

El proyecto supone una grave alteración del hábitat del lobo ibérico, a pesar de lo que se afirma en el Estudio de Impacto Ambiental, está ocupada continuamente por la especie y de hecho, la mayoría de las temporadas este espacio es un territorio ocupado por un grupo de lobos.

La concesión prevista para un periodo de 17 años supone beneficios para unos pocos a costa de impactos ambientales que asume toda la sociedad y el entorno, alejado de un modelo de desarrollo en sintonía con la comarca e incongruente con la filosofía de la Reserva de la Biosfera "Meseta Ibérica" donde se encuentra este territorio.