Algunos ayuntamientos de la provincia de Zamora se inclinan por desistir en su reclamación a las compañías eléctricas y a la operadora Red Eléctrica Española (REE) del pago de una tasa por el aprovechamiento y el uso del suelo, subsuelo y vuelo con tendidos e infraestructuras eléctricas.

Lo hacen porque llevan largos años inmersos en estudios, litigios y pagos sin conseguir que salga adelante la obtención de unos ingresos que estaban convencidos de que lograrían. "Aquí había mucho que ganar y, al parecer, poco que perder, y nosotros hemos perdido porque no hemos sacado nada" expresa decepcionado por la realidad el representante de un Ayuntamiento zamorano que lleva casi una veintena de años batallando en este frente.

Son años de elaboración de ordenanzas de tasas por parte de los Equipos de Gobierno, de modificación de las mismas a la baja por determinación de los magistrados, de planteamientos en los tribunales de Justicia y de hacer frente a los recursos judiciales que interponen sin desmayo las eléctricas, y que se traduce en la demora de unos pagos que son como el cuento de la lechera.

El criterio de los ayuntamientos, pues, es buscar ingresos de las eléctricas y de REE "en aquello que se tenga derecho". Y, por ahora, lo más seguro son las aportaciones derivadas de los impuestos consolidados como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto de Bienes Inmuebles de Características Especiales, los llamados BICEs, y el Impuesto de Actividad Económica (IAE).

Alcaldes y representantes de la Asociación de Municipios afectados por embalses y centrales hidroeléctricas celebraron ayer una asamblea en Muelas del Pan donde se dio cuenta de los informes presentados en la Federación Nacional en Madrid, entre cuyos objetivos está conseguir que se preserven los citados ingresos. También se apuntó que, en el caso de caducidad de las concesiones,caducidad de las concesiones se destine el 20% de los rendimientos de las centrales a los ayuntamientos. Pero este es un ingreso que algunos consideran un tanto etéreo porque, en Zamora, y buena parte del país, la caducidad de las concesiones de los aprovechamientos hidroeléctricos todavía está distante y es una cuestión que deberá someterse a mucho debate y trámite. De ahí que la apuesta más firme es "salvaguardar las formas de tributación propias de la Ley de Haciendas Locales". Existe la confianza de que una vez cumplido el plazo concedido para el aprovechamiento, de entre 75 y 99 años, sea posible llegar a unos acuerdos más favorables para los ayuntamientos porque se considera que las grandes inversiones realizadas en la construcción de embalses ya están amortizadas.