Explotaciones profesionales, dimensionadas y que garanticen el bienestar animal. Son claves para el futuro de la ganadería, y muy en particular del vacuno de leche, acosado por una crisis de precios, consecuencia de la imposición de la industria que anula el margen de negociación de las cooperativas y organizaciones de productores, complicando la viabilidad hasta el punto de provocar la depuración de un centenar de granjas lecheras en Castilla y León, solo en el último año.

De todo ello se habló ayer en las XXI jornadas técnicas de ganado vacuno lechero y cooperativismo, organizadas por Cobadú en colaboración con Urcacyl, en las que participaron unos 80 ganaderos de Zamora, Salamanca, Valladolid o Extremadura. "El sector lo está pasando mal por el bajo precio de la leche que a veces no llega para cubrir los costes de producción" expuso Rafael Sánchez Olea, director general de la cooperativa Cobadú, quien admitió que ni siquiera la mediación la Consejería de Agricultura garantizando contratos más estables ha sido capaz de "levantar unos precios que rozan el umbral de la rentabilidad".

Lo más preocupante es que no se atisban noticias mejores para el sector, por lo que, en el caso de Cobadú con sus socios las medidas pasan por "ajustar los costes de producción, no solo en alimentación, también en gastos de electricidad o en medicamentos", para mitigar las pérdidas.

El diagnóstico de José Manuel Domínguez, técnico de ganadería de Urcacyl, sitúa a un sector aquejado por una falta de relevo generacional que limita el crecimiento. "Se está viendo que siguen creciendo explotaciones profesionales que ganan capacidad y asumen la producción de las explotaciones pequeñas que son las que van dejando de entregar".

Sin embargo, como explicó este técnico, "parece que se va llegando al techo porque tampoco (esas explotaciones dimensionadas) tienen capacidad, principalmente por temas medioambientales, la falta de mano de obra profesionalizada porque no hay gente que se incorpore a trabajar, y por ahí el crecimiento está limitado".

Los datos revelan que mientras en 2018 se volvió a batir récord de producción de leche en España. con 7,1 millones de toneladas, por otro lado "sigue la sangría de ganaderías", con 105 explotaciones en Castilla y León que dejaron de entregar leche.

Y mientras de enero a octubre de 2018 seguía incrementándose la producción láctea mes a mes, desde octubre a enero de 2019 esa tendencia se ha roto y se entrega menos leche. Como expuso el técnico de la Unión de Cooperativas de Castilla y León (Urcacyl), "en Castilla y León la producción ha caído un 1,1% y en el conjunto de España un 1,8%. La única comunidad que sigue creciendo es Galicia, alrededor del 3%".

Domínguez destacó que la PAC de 2019 "no trae muchas novedades para el vacuno de leche", más allá de alguna medida para favorecer la incorporación de los jóvenes al sector. Apuntó al cambio en la condicionalidad relacionado con el control en la aplicación de purines, que obliga a usar maquinaria adaptada o nueva, pero el plazo se ha ampliado a este año para que los agricultores y ganaderos dispongan de un margen de tiempo.

Otro de los aspectos analizados en la jornada técnica celebrada ayer en Zamora es el bienestar animal, "muy importante en la ganadería, tanto por el impacto económico como social" precisó Laura Molina, veterinaria de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap) de Pozoblanco (Córdoba). "Ahora mismo el protocolo que se está usando en el proceso de certificación de las explotaciones es buena alimentación, buena salud, buen comportamiento y buen alojamiento".

Porque el bienestar animal tiene un impacto directo al disminuir la aparición de enfermedades y el aumento de la longevidad. Según Molina, "las ganaderías suelen tener buenos niveles de bienestar, la cuestión es que durante mucho tiempo no se ha puesto en valor y ahora lo estamos cuantificando". Tal es el sentido del Wellfare Quality, protocolo de evaluación de calidad del bienestar.