Las carreteras y pueblos de la comarca amanecieron con un ligero manto de nieve, más grueso en la Alta Sanabria, donde llegó a alcanzar entre los 8 y 10 centímetros y obligó a desplegar los efectivos de mantenimiento invernal de las administraciones. La Agencia de Protección civil de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente mantiene para hoy la probabilidad de nieve en cotas de entre 800 y 1.200 metros de altitud.

La autovía A-52 permaneció ayer abierta y transitable, nivel verde, con precaución desde el kilómetro 50 desde Rionegro del Puente al kilómetro 111 en el límite con la comunidad gallega.

En la red vial regional figuraban con precaución por nieve las carreteras ZA-101, la ZA-102 desde Villanueva de la Sierra hasta Porto y Barjacoba (ZA-103) y la ZA-106 desde la nacional 525 al límite con Galicia. La mayor parte de las carreteras y calles de la red local aparecieron cubiertas de nieve aunque no se registraron problemas importantes de circulación, debido a la tregua que brindó el sol a primeras horas del día que fue derritiendo la ligera capa de nieve. La nevada se precipitó a última hora de la tarde desde Porto de Sanabria, para recorrer las Sierras de Segundera y Cabrera y asomar tímidamente en la Sierra de la Culebra.

La estampa puramente invernal rompió ayer, súbitamente, la imagen de una primavera de sequía que salpicaba estos días el noroeste, con la floración de frutales adelantada casi un mes en cerezos, ciruelos, perales y manzanos. La nevada alivia momentáneamente la falta de agua en uno de los inviernos con menos precipitaciones de agua y nieve de los últimos tiempos, y con temperaturas como en el mes de febrero de 20 grados. La intensidad de las heladas decidirá ahora sí se salva algo de fruto o ya se da la cosecha familiar más temprana por perdida.