Aunque la Ley de Memoria Histórica se aprobó en 2007 hay ayuntamientos, tanto rurales como urbanos, que no han sido muy diligentes en su aplicación y doce años después aún quedan unos pocos municipios que conservan en las placas de sus calles y plazas los nombres de militares sublevados o de altos cargos de la dictadura.

El último en salir de ese grupo ha sido Villamayor de Campos, que en 2019, y antes de disolverse la Corporación Municipal que preside el popular Mariano Fernández Benayas, se ha aprobado el cambio de denominación de dos calles y una plaza. Así, la calle Calvo Sotelo pasará a denominarse calle Real, la calle General Mola -travesía de la carretera de Villalpando- pasará a ser conocida como calle Vista Alegre, y la plaza del Generalísimo volverá a ser la Plaza Mayor de esta villa de más de 300 habitantes.

El cambio ya ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, después de que no se presentaran alegaciones, y en los próximos días el Ayuntamiento procederá a notificar las nuevas denominaciones a organismos como el Instituto Nacional de Estadística, Correos, el Registro de la Propiedad, Hacienda o la Seguridad Social.