El pueblo de Venialbo ha celebrado la entrada de la primera con una auténtica lección de naturaleza. De la mano de sus maestras, los 19 alumnos de la escuela, trasladaron por un día las aulas a los espacios verdes del pueblo con el fin de hacer de pequeños jardineros plantando sus propios árboles y también recogiendo papeles y otros elementos que mancillan los escenarios naturales.
Han sido actividades dentro del Día del Árbol que también han tenido como protagonistas a las ocho alumnas del taller de formación y empleo que desde el pasado mes de noviembre realizan labores de limpieza y adecentamiento de espacios naturales en Venialbo.
Por un día las alumnas, junto al monitor del taller, fueron también instructoras de los niños y niñas del colegio. La jornada comenzó con una clase práctica en el salón de usos múltiples, donde los escolares conocieron las herramientas de trabajo del taller de empleo y sus funciones. Se familiarizaron con la equipación y las máquinas, como motosierras o desbrozadoras, palas o carretillos que se usan para limpiar la maleza y despejar las zonas verdes.
Después todos pasaron a la acción con la plantación de árboles, tanto en el parque infantil como en el área ecosanitaria de caravanas habilitada por el Ayuntamiento de Venialbo para el asentamiento este tipo de vehículos. Una iniciativa que ha situado a este pueblo de la comarca del Vino como un referente para caravanistas.
En las zonas verdes, los escolares junto a las alumnas del taller plantaron varias especies de árboles ornamentales, así como una morera en el colegio que se encargarán de cuidar con mimo y observar su evolución. Hubo también un momento para la limpieza de la zona. Bolsas en mano los niños y niñas del colegio recogieron papeles y otros desperdicios para tomar conciencia de la necesidad de mantener los espacios limpios y usar las papeleras.
La jornada tuvo su colofón con la entrega de una encina a cada uno de los escolares, obsequio del Ayuntamiento de Venialbo que se encargó de adquirir los árboles en la Diputación.
