La comarca forestal de Aliste despide el atípico y seco invierno con 15 incendios forestales en solo cuatro días, un preocupante bagaje si tenemos en cuenta el año 2018 los fuegos fueron a la baja: 68 en 365 días. De ellos 13 necesitaron de actuaciones para su extinción y fueron provocados intencionadamente.

Agentes de las Fuerzas de Seguridad de Estado y de la Consejería de Medio Ambiente han intensificado las labores de vigilancia y las investigaciones con vistas a localizar, detener y poner a disposición judicial a los autores de los incendios: está confirmado, todos los fuegos del fin de semana fueron provocados y la intención era a calcinar montes de robles y pinos.

La historia se iniciaba el pasado jueves día 14 de marzo cuando ante las altas temperaturas la Consejería de Medio Ambiente decidió pasar de "Peligro Bajo de Incendios Forestales" a "Peligro Medio". La primera consecuencia fue prohibir las quemas controladas autorizadas con vistas a evitar se produjeran incendios forestales por accidente o negligencias de los autorizados.

La jornada del pasado viernes, primera del año de "Peligro Medio", comenzó a ser problemática al producirse simultáneamente tres incendios provocados en las localidades de Villarino Tras la Sierra (municipio de Trabazos), Ceadea (Fonfría) y Grisuela (Rabanales).

El sábado llegaba el primer incendio transfronterizo que afecto a Tras Os Montes y Aliste: en la aldea de Sao Juliao (del Concelho de Braganza y fronteriza con Nuez a donde acudieron los efectivos españoles para evitar que entrara en tierras de Aliste) con 15 hectáreas quemadas y Figueruela de Arriba). La situación se complicaba el domingo 17 de marzo pues se producía un nuevo incendio en el monte "La Brea" de Grisuela con 10 hectáreas de robles calcinadas, más otro en "La Bouza" con 5.000 meros; y en "El Sapo" de Gallegos del Campo ( 2.000 metros). Dos en "Cabeza Baldosas" de Fradellos (8.000 metros), tres en "Camino los Quiñones" de Ceadea (1.500 metros) y uno en "El Sapo" de Gallegos del Campo (2.000 metros) y otro en la localidad de Trabazos.

El lunes se producía un incendio en "Cuesta Gorda" de Bercianos con 5.500 metros cuadrados arrasados por las llamas.

Todos los vecinos de los pueblos han de tener en cuenta que cualquier quema, ya sea forestal o urbana, aunque sea en una finca propia, ha de realizarse de manera controlada y legal: en el campo las autoriza Medio Ambiente.

Dentro de los cascos urbanos cambian las cosas y la autorización corresponde al Ayuntamiento y no vale hacer las cosas de cualquier manera: sin un vecino solicita el permiso de palabra y el alcalde se lo da de la misma manera, sería ilegal y en el caso de producirse un incendio, ambos serán, autoridad y vecino, serán responsables de los daños así como de la responsabilidad civil o penal que pudiera producirse.

El incumplimiento de la normativa llevará a fuertes sanciones económicas de ser pillados por los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la naturaleza de la Guardia Civil) y de la Consejería de Medio Ambiente.

Los expertos aseveran que "Por nuestra experiencia sabemos que aquellos inviernos que vienen fríos y secos, como ha sucedido este año, muchos aprovechan para quemar de manera intencionada y sin control, terreros abandonados o linderos de cultivos, pues saben que entre la maleza se refugia la fauna que se alimenta de sus cosechas: conejos, ciervos y jabalíes".

Y aseveran: "Las escasa lluvias del primer trimestre de 2019, las heladas continuas (en los últimos días entre -2 y -5), las temperaturas máximas diurnas que han rondado los 20 grados, con vientos secos del Noreste y una humedad relativa por debajo del 40% resecan la poca humedad que hay en el ambiente y las hojarascas de robles o el matorral de brezo y carqueisa, que ahora están en parada vegetativa arden con mucha ha facilidad: son un autentico polvorín". Este año, `por primera vez, tanto en la Comarca a Forestal de Aliste, como en la provincia d Zamora, se cuenta con más medios de extinción que nunca. En Aliste ahora mismo hay trabajando dos autobombas, dos cuadrillas y un puesto de vigilancia