"Cuando los políticos dicen que miran por los pueblos, que quieren facilitar los servicios ala gente que vive en el medio rural a mi me da la risa. Solo había que ver ayer (por el viernes) a los jubilados que se juntaron en la Seguridad Social, numerosas personas bien mayores obligadas a desplazarse muchos kilómetros para no perder el complemento de la pensión".

Quien se expresa es el hijo de una anciana, una de los muchos pensionistas que se han visto obligados a personarse en Zamora, Benavente o Puebla de Sanabria (los tres puntos de la provincia con oficina de atención del INSS) para acreditar su residencia en España, requisito imprescindible para mantener el complemento de la pensión. "Es de locos, ¿es que no tienen otra manera de comprobar que los ancianos siguen en sus domicilios?" se pregunta la hija de otro pensionista, un nonagenario al que costó Dios y ayuda acercarse a la oficina del INSS en Zamora con su declaración jurada para no perder la ayuda. "Ya sabemos que los funcionarios no tienen la culpa, no va contra ellos sino contra un sistema burocratizado que no facilita nada las cosas y más cuando hablamos de mayores".

Y todo ello como consecuencia de la carta del Ministerio de Trabajo recibida por pensionistas con complementos a mínimos, muchos de ellos trabajadores en el extranjero durante un tiempo, donde se les comunica que tienen un plazo de una semana, desde el 12 hasta el 19 de marzo, para acreditar que residen en España. Se trata de un control que está efectuando el Instituto Nacional de la Seguridad Social para verificar que los beneficiarios de un complemento por residencia cumplen el requisito de residir en España, de acuerdo con lo dispuesto "en el apartado primero del artículo 51 de la Ley General de la Seguridad Social".

Los perceptores deben acudir personalmente al Centro de Atención e Información de la Seguridad Social, salvo causa mayor por enfermedad, en cuyo caso se debe aportar el correspondiente justificante médico. Aunque este control no es nuevo -ya se ha realizado otros años-, resulta especialmente complicado para ancianos que viven en el medio rural y se ven obligados a desplazarse a Zamora, Benavente o Puebla de Sanabria. Hay casos de personas muy mayores a los que supone un esfuerzo casi sobrenatural salir de casa.

Por ejemplo, en pueblos de la comarca de Sayago la oficina más cercana sería la de Zamora, como pudo comprobar el hijo de uno de los beneficiarios de este tipo de prestaciones cuando recibió la carta y se preocupó de saber a dónde tendría que ir su padre para cumplir con el control. "Me dijeron que a la capital, Benavente o Puebla, cuando lo normal es que esto se pudiera hacer en Fermoselle o Bermillo. Tanto que quieren acercar los servicios y a la hora de la verdad nada de nada" se lamenta.

"¿No sería más fácil comprobar la residencia de los ancianos a través de los ayuntamientos o con el juez de paz?. Lo que no es normal es que personas tan mayores tengan que hacer estas gestiones personalmente cuando algunos no se pueden casi ni mover; te toca ir a aparcar a La Marina y tardamos más de una hora hasta la oficina de la Seguridad Social".

En el caso de este afectado el anciano cuenta con la ventaja de tener familiares cercanos que posibiliten el desplazamiento, "pero hay gente que no tiene a nadie o los hijos están lejos, les toca pedir favores o pagar a una persona para que les acompañe".

Pero hoy por hoy no queda otra. Los ancianos deben acudir en persona con su declaración jurada y provistos del DNI o NIE en vigor y antes del martes, 19 de marzo, si no quieren arriesgarse a la suspensión cautelar del complemento de la pensión.

"El jueves pasaron 300 personas por la oficina del INSS en Zamora, había gente hasta de 90 años, algunos familiares vinieron desde Madrid para llevar a los padres, pura burocracia que seguro se podía solucionar de otra manera".