Ganaderos de vacuno de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba consideran como "imprescindible" afrontar la concentración parcelaria en todos las localidades de la zona con vistas a garantizar a corto, medio y largo plazo la viabilidad del sufrido sector agroganadero. Un sector que consideran vital "para poner freno a la despoblación rural e intentar salvar de la desaparición a de los pueblos". Consideran que "ganaderos de vacuno y ovino fuimos siempre quienes más explotaciones familiares mantuvimos, mantenemos y queremos seguir manteniendo, pero ello solo es posible con unas fincas de reemplazo amplias, acordes a las necesidades y a los tiempos, no como ahora con munifundios donde en muchos no da vuelta un tractor o una cosechadora y se gasta más tiempo en los caminos y en maniobrar que en hacer las labores agroganaderas".

Los agricultores y ganaderos ya han trasmitido a los alcaldes y concejales de sus pueblos que "la concentración parcelaria debe de ser una de las prioridades de todos los ayuntamientos para la próxima legislatura con vistas a asentar población a través de la agricultura y la ganadería" e incluso se ha propuesto "Ir a la concentración parcelaria privada y que los ayuntamientos se mojen y aporten dinero, mejor gastarlo en la concentración parcelaria que en orquestas de fiestas o mantenerlo a plazo fijo en el banco".

Como ejemplo a seguir se pone la reciente iniciativa de los 7 pueblos de la comarca alistana que se han acogido a la concentración parcelaria privada ante la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León: Nuez, Villarino tras la Sierra, Rábano, Tola, Alcañices, Vivinera y Ufones, para las cuales ya se han iniciado los trámites oficiales para la declaración de Utilidad Pública y Urgente Ejecución.

Se trata de nueva variante de "concentración parcelaria de carácter privado", pionera en la provincia de Zamora, que va permitirá concentrar un total de 7.019 hectáreas, pertenecientes a 2.394 propietarios, con 37.101 minifundios. Las previsiones se centran en conseguir tenerlas en apenas cuatro años cuando hasta ahora en algunos pueblos se ha tardado mas de dos décadas.