El alcalde de Figueruela de Arriba, Carlos Pérez Domínguez, ha presentado una denuncia en el puesto de la Guardia Civil en Villardeciervos por el asalto y robo en el centro social de la tercera edad de la localidad de Villarino Manzanas, dependiente de su ayuntamiento.

Gracias a la iniciativa de los vecinos y el apoyo del Ayuntamiento de Figueruela de Arriba hace ya varios años se restauraron y recuperaron las antiguas escuelas de este pueblo fronterizo adecuándolas como centro social y cultural donde los hombres y mujeres del pueblos celebraban todos los actos de la comunidad.

Según manifiesta Pérez Domínguez, nacido en Villarino Manzanas: "El asalto y robo utilizando fuerza creemos que se habría producido entre las 5 y las 6 de la madrugada. Durante el invierno vive poca gente en el pueblo y cada mañana un matrimonio que vive en la zona alta del pueblo se da una vuelta para ver si ha pasado algo. Ellos fueron los que vieron que una de las ventanas de los servicios, situada en la parte trasera, hacia La Era, estaba rota y enseguida sospecharon que algo había ocurrido en el centro social".

Todo apunta a que los amigos de lo ajeno entraron por la ventana del servicio y, una vez dentro, reventaron la cerradura de la puerta principal, por la que salieron cargados con los bienes sustraídos. Entre los robado destaca una televisión de plasma valorada en unos 500 euros, el equipo de sonido en unos 400, así como todos los licores y vinos que había en su interior, pues el centro social hace la veces de bar en esta localidad que carece de otros establecimientos hosteleros.

La Guardia Civil trabaja para dar con el autor o autores del robo, no descartándose ni que pudieran ser de España como proceder de Portugal, país fronterizo con suelo español precisamente por Villarino Manzanas. Existen dos carreteras transfronterizas, la de Villarino a Petisqueira y la de Riomanzanas a Guadramil por las que se cruza fácilmente la frontera. Se sigue también una pista relacionada con un vehículo en concreto que un vecino de Villarino Manzanas observó, no sin cierta sorpresa, la misma noche del robo hacia las 2 de la madrugada, un todoterreno de color blanco que circulaba por las calles demasiado lento a unas horas donde no había tráfico alguno. Ahora no se descarta que lo hiciera para no meter ruido mientras observaban si en las casas de Villarino las familias estaban ya acostadas.

No es la primera vez que Villarino Manzanas sufre un robo. El día 28 de enero de 2016 fueron asaltadas tres viviendas no habitadas durante el invierno. En una de ellas, un chalet, se sustrajeron varias armas. En aquella ocasión se dio la circunstancia que las tres casas pertenecían a tres hermanos.

Ese mismo año, en febrero, tuvo lugar otro robo, en este casco en la iglesia parroquial de Santa María Magdalena en una noche en la que también fueron asaltadas La Asunción de Riomanzanas y San Juan Bautista de Moldones. En años anterior se registraron otros dos robos: uno afectó al entorno de la ermita de Nuestra Señora la Virgen de Fátima, junto al río Manzanas, donde se llevaron las mesas y bancos, el otro junto a la carretera, a la constructora que realizaba las obras de mejora desde Mahíde a Riomanzanas por Figueruela de Arriba.

A lo largo del otoño y del invierno el Ayuntamiento de Figueruela de Arriba tiene dispuesto que dos de sus operarios se desplacen cada mañana a los tres pueblos con menos población, Villarino Manzanas, Riomanzanas y Flechas para ver si se ha producido algún hecho delictivo o si alguna de las escasas familias que allí residen hubiera tenido algún problema.

Los tiempos están cambiando a marchas forzadas y las circunstancias obligan a tomar precauciones y variar la solidaridad alistana ante desconocidos: "Antes siempre dejábamos la llave en la puerta y la puerta abierta, a quien llegaba le dabas lo que tenías. Hoy ya no puedes fiarte de nadie que no conozcas. Viene mucha gente y como sean varios no puedes fiarte pues mientras unos te hablan como te descuides los otros se te meten dentro. Todos sabemos que se han dado casos", declaran los vecinos.

Entre los consejos que dan las autoridades está el no meter a extraños que vienen comprando chatarra o trastes viejos en naves, corrales o casas para enseñarle enseres, pues aunque no los compren o no les interesen pueden tomar cuenta de otras cosas y volver a buscarlas. Los abuelos toman precauciones y una de ellas es observar coches y personas extraños, tomando matriculas, por si hay que pasárselas a la Guardia Civil.