La mecanización de la agricultura y de la transformación de las materias primas facilitó la vida de muchas personas al hacer posible la producción en masa de bienes de consumo más accesibles para la población, pero al mismo tiempo trajo con sigo la desaparición de numerosos oficios artesanales, en muchos casos ligados al medio rural. Desde entonces año a año los pueblos del centro de la península Ibérica se han ido vaciando de personas, empujadas por las circunstancias a ganarse la vida en las industrias de las ciudades. Esos viejos oficios artesanales ya forman parte de la historia, pero en la localidad sanabresa de Cervantes hay un grupo de personas dispuestas a poner en valor el trabajo y el modo de vida de sus antepasados para que no caiga en el olvido.

Este pueblo destacaba hasta hace no tanto tiempo -solo algunas décadas- por la producción de telas de lana y, sobre todo, de lino, que se vendían en toda la comarca sanabresa. La Asociación Cultural Cervantes de Sanabria pretende recuperar ese pasado mediante la creación de un Centro de Interpretación del Lino en el que se expondrán diferentes enseres, aperos y telas que los vecinos han heredado de sus antepasados, y que están siendo examinadas y catalogadas por el Museo Etnográfico de Castilla y León con el objetivo de elaborar un proyecto museístico coherente, que sea útil para explicar a los visitantes todo el proceso del cultivo y recolección del lino y confección de los tejidos. "De momento los vecinos han rescatado más de cien piezas, ya que en Cervantes eran muchas las familias que se dedicaban de uno u otro modo a trabajar el lino", explica Patricia Fernández, presidenta de la asociación. Además, la asociación pretende editar una proyección audiovisual para hacer más atractiva la experiencia a los visitantes.

El edificio que en el futuro próximo acogerá este Centro de Interpretación del Lino es un inmueble perteneciente a la junta de vecinos conocido como "La Panera", un ejemplo de la arquitectura tradicional sanabresa que se ha podido conservar gracias a una intervención anterior de esta misma asociación que aseguró la cubierta y adecentó el exterior del mismo.

En octubre de 2018 una nueva junta directiva formada por Miguel, Yolanda, Araceli, Santiago, Fran y Patricia tomó las riendas de la asociación con la idea de continuar esa línea de trabajo sobre La Panera y convertirla en este centro de interpretación. Para ello es imprescindible llevar a cabo nuevas obras, esta vez en el interior del inmueble, para que el museo pueda cumplir todas las medidas de seguridad exigibles a un espacio público, además de dotar al edificio de instalación eléctrica. Sobre este último aspecto, la idea de la Asociación Cultural Cervantes de Sanabria es instalar un panel solar en el tejado de "La Panera' para producir la electricidad que necesita el museo, con el doble objetivo de reducir los costes de mantenimiento y de reducir lo máximo posible el impacto ambiental del proyecto. Para ello han solicitad una subvención de 1.500 euros al grupo de acción local Adisac-La Voz, pero el conjunto de las obras está presupuestado en 4.200 euros.

La inversión no solo serviría para abrir este original Centro de Interpretación del Lino, sino también para dotar al pueblo de un espacio cultural que pueda acoger otras exposiciones temporales, conferencias o la proyección de documentales.

La motivación que lleva a la asociación a emprender esta iniciativa es recuperar y poner en valor las tradiciones de Cervantes, además de su patrimonio arquitectónico evitando que La Panera acabe en ruina, y también ofrecer un atractivo cultural a un pueblo pequeño y tan castigado por el éxodo rural como este, en un esfuerzo por convertir la localidad en un lugar al que los niños de hoy quieran ir en el futuro con el mismo cariño con que sus abuelos van a Cervantes siempre que tienen la oportunidad.