F. L., la primera víctima que denunció al sacerdote José Manuel Ramos Gordón, se reunirá con el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) como promotor de la Asociación Infancia Robada, que preside Juan Cuatrecasas, padre del alumno del colegio Gaztelueta que denunció a un profesor (numerario del Opus Dei) condenado a 11 años por abusar de su hijo.

Ambos asistirán al día 14 de marzo a la reunión en Madrid con el cardenal Blázquez, máximo representante de la Iglesia en España, quien ha expresado públicamente su disposición a reunirse con asociaciones de víctimas de abusos sexuales. El presidente de Infancia Robada, Juan Cuatrecasas, tomó de inmediato el guante lanzado a través de una carta en la que pide "lugar, fecha y hora para fijar ese encuentro de trabajo que esperamos suponga un primer paso para expiar soberbias y faltas de transparencia".

En la misiva Cuatrecasas incide en el "reconocimiento y reparación" a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia, "y para ello son necesarias transparencia, inmediatez y denuncia en la justicia ordinaria".

El exseminarista F.L., cuya denuncia al ex párroco de Tábara destapó otros escándalos de pederastia en La Bañeza, acude a la reunión en su condición de vicepresidente de la Asociación Infancia Robada, pero también como víctima de los abusos cometidos contra él y su hermano gemelo. Abusos reconocidos por el sacerdote pederasta y confirmados por una sentencia canónica sin precedentes en el seno de la Iglesia de Castilla y León.

F. L. siempre ha manifestado su intención de mantener la "batalla por la justicia", el reconocimiento y reparación. Una lucha que ahora canalizan algunas víctimas a través de la Asociación Infancia Robada, reactivada tras la cumbre de Roma sobre los escándalos de pederastia en el seno de la Iglesia. A ella se refiere Juan Cuatrecasas en su carta al cardenal Ricardo Blázquez, al que expresa su disconformidad con el anuncio de que no se investigarán "los casos históricos de pederastia".

"El pasado siempre nos alcanza y prescindir del pasado en este caso es demasiado grave, porque deja sin auxilio y protección a muchas de las víctimas de pederastia sin fecha de caducidad en su dolor y sufrimiento". Los miembros de Infancia Robada insistente también en la prevención para que "no se continue ninguneando, desprotegiendo y por ende, ofendiendo a sus víctimas y no denunciando ni excluyendo de las filas de la iglesia a sus delincuentes y encubridores".