San Cebrián de Castro se ha transformado este año en un gran escenario al aire libre donde convivían las segadoras del pasado con el escenario futurista de los astronautas, masáis africanos o coloristas muñecos con originales botellines de cerveza.

Es la animación de un carnaval que, bajo el lema "Reviviendo el Antruejo", exhibió dinamismo, originalidad y un cuidado trabajo para demostrar que el mundo rural puede estar muy vivo cuando se une y se propone celebrar por todo lo alto una de las fiestas más populares. Y una vez más, y ya van siete, ha sido de la mano de la Federación Espigas de asociaciones culturales de Campos, Pan y Norte-Duero, esta vez con la asociación Castrotorafe, de San Cebrián de Castro, con perfecta anfitriona.

El pueblo congregó a más de 300 personas disfrazadas participando en un desfile que se vio realzado por una tarde completamente primaveral. Además de los anfitriones participaron las asociaciones Las Flores (Manganeses de la Lampreana), Portal de San Vicente (Zamora), La Gavia (Torres del Carrizal), La Vilana (Piedrahita de Castro) y las águedas de Pajares de la Lampreana.

El desfile fue un derroche de originalidad y colorido, como se demostró en el recorrido por las calles con música y bailes a raudales, hasta llegar a Plaza Mayor, donde los participantes tomaron un refresco. La celebración del carnaval prosiguió en el salón sociocultural de San Cebrián, donde se celebró una gran fiesta con actuaciones de los grupos y las murgas, que también degustaron un chocolate con dulces de carnaval.