Figueruela de Arriba fue ayer el escenario de un aparatoso y grave accidente de tráfico, ocurrido hacia las 11.41 horas, que se saldó con una persona fallecida. El siniestro se produjo en la travesía de la carretera ZA-P-2438 de Mahíde a la frontera con Portugal: por Riomanzanas y Guadramil ,y Villarino Manzanas y Petisqueira, que cruza precisamente por la calle principal de Figueruela de Arriba.

La persona fallecida es un vecino de la localidad de Riomanzanas, de nombre G. V. V., y el siniestro se produjo a la misma entrada del casco urbano de Figueruela de Arriba, junto al cementerio municipal. El vehículo, una furgoneta marca Renault Express conducida por el jubilado de Riomanzanas, que se dirigía hacia su pueblo, se salió de la carretera, cruzó el carril izquierdo e impactó contra un poste de una línea de distribución eléctrica de la empresa Iberdola ubicado junto a una nave a poco más de un metro del asfalto. El vehículo quedo destrozado en toda su parte delantera.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron sanitarios, médico y enfermera y una ambulancia de Soporte Vital Básico de la Zona Básica de Salud de Aliste y efectivos de la Guardia Civil que nada pudieron hacer por salvarle la vida al jubilado. También participaron los efectivos del parque comarcal de bomberos voluntarios de la mancomunidad Tierras de Aliste.

Ahora habrá que esperar a los resultados de la autopsia para determinar el motivo del fallecimiento, no obstante no se descarta la hipótesis de que el fallecido pudiera haber sufrido un mareo o un infarto y que ya hubiera muerto antes de que su automóvil chocara con el poste de hormigón.

G. V. V. tenía 89 años de edad, recién cumplidos y había nacido en Santa Clara de Avedillo (Zamora) el día 14 de enero de 1930 y contrajo matrimonio con una vecina de Riomanzanas (la familia no tuvo descendencia) con la cual se fue a vivir al pueblo de ella al jubilarse. Su vida laboral la desarrolló en el sector de la fontanería. Tras fallecer su esposa, hace ya varios años, vivía solo en Riomanzanas donde no tenía familiares directos. Las autoridades y personas cercanas le habían aconsejado ingresar en una residencia de la tercera edad, algo que él no aceptó.

La edad y la vieja furgoneta llevaban a que el fallecido, según reconocen en la zona, tuviera serios problemas para maniobrar. Ello era un secreto a voces entre los vecinos del municipio que reconocen que a veces sin darse cuenta se cambiaba de carril y algunos incluso ya le habían aconsejado que dejará de conducir por su propia seguridad.

La triste noticia conmocionó a los vecinos de Figueruela de Arriba, primeros en enterarse, pero aún más a los habitantes del pueblo del fallecido, Riomanzanas, una localidad de las más afectadas por el efecto del éxodo rural y de la despoblación que cuenta actualmente con lo 27 empadronados, de ellos 13 hombres y 14 mujeres.