El presidente de la Asociación de Pesca Sanabria Carballeda, Manuel Mateos Pedrero, hace un balance negativo de los ocho años de aplicación de la Ley de Pesca de 2011, que se traduce en la pérdida de licencias de pesca del 70%, frente a las 180.000 que se expidieron en 2012. En 2013, la asociación ya presentó más de 1.000 firmas contra la implantación de la Ley "y ni nos contestaron". Con la normativa actual "para pescar tienes que tener un ordenador y una impresora además de moverte por las redes sociales" al margen de que con todos los cambios que hay cada temporada "nadie quiere salir de pesca porque no quiere arriesgarse a cometer una infracción que te cuesta 3.000 euros".

El desinterés por la gestión de la pesca en una provincia como Zamora queda en evidencia "cuando en todas las provincias hay uno o dos técnicos que se encargan durante todo el año de gestionar la pesca de cara a la apertura de la veda, en Zamora no hay un técnico específico de pesca y son los técnicos de caza los que días antes del Consejo Provincial de Pesca preparan la documentación" denunció Mateos. La pérdida de licencias es el dato numérico más llamativo pero que tiene una repercusión social en el medio rural con el alejamiento de los pescadores ribereños de los cauces y en la pérdida grave de especies piscícolas, todo lo contrario que se esperaba de la ley, una recuperación de las poblaciones, especialmente de la trucha autóctona.

Manuel Mateos subraya el cambio de idiosincrasia de esta ley. La pesca hasta el año 2011 "se concebía como una actividad ligada y arraigada al entorno natural y a las poblaciones ribereñas. A partir de ese año cambia el concepto por una actividad deportiva y de ocio, con la implantación de las pesca sin muerte". En los Consejos Territoriales de Pesca prevalecen los datos "de los escenarios de pesca con muerte con un 89% de los permisos y poco más del 10% para los sin muerte".

Con la Ley de Pesca "desaparece el pescador ribereño desde el momento que dificulta la obtención de los permisos y prohíbe el cebo natural, aunque al final se hizo una modificación para autorizar el cebo algunos días y en algunos tramos de río en diferentes provincias".

La ley de Pesca también contemplaba la creación de cotos intensivos de pesca y "en Zamora clausuran el único coto intensivo en Mózar porque para repoblar se introduce una especie que ahora entra a ser una especie invasora, la trucha arcoíris. Es urgente que la Junta abra el coto de Mózar todo el año". El carecer de un escenario intensivo ha obligado también a paralizar las actividades de las diferentes escuelas de pesca dirigidas fundamentalmente a los niños.

Desde la asociación, en 2016, se denunció la presencia de especies invasoras depredadoras de la fauna piscícola, especialmente el visón americano y el cormorán. Ese año se solicitó su control y el balance ha sido totalmente el contrario "porque no se han erradicado sino que han aumentado los cormoranes y los visones". Otra de las especies en expansión son las nutrias "antes de cada río había una o dos parejas en determinados tramos y ahora en un tramo hay ocho nutrias".

El estado de los ríos no ha mejorado con una normativa tan estricta. Una medida urgente que se pidió en el 2017 fue cerrar la pesca hasta el mes de agosto, como prevé la propia ley de Pesca, por la fuerte sequía que se produjo "pero no se cerró porque a esas alturas ya se habían cobrado los permisos de los cotos y le toca a la Junta devolver el dinero". Los tramos vedados "están sin pesca".

La Ley iba a mejorar el estado de los ríos "y están más llenos de suciedad que nunca, márgenes de los ríos impracticables y una calidad del agua pésima por el cambio climático y la falta de depuración". Uno de los ríos trucheros más deteriorados es el Castro, un cauce que no pisan los pescadores "para que no veamos los desastres que han ocasionado con las obras del AVE". La asociación presentó un dosier de propuestas para recuperar este río y delimitar AREC o cotos "pero no permiten su apertura por las obras de Alta Velocidad". Es un río doblemente castigado "primero por la autovía A-52 y ahora por el AVE". Los Ayuntamientos ribereños tampoco se han preocupado de que se cuiden las condiciones de este río.