Un caso atípico de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocido como el mal de las "vacas locas", ha sido detectado en una explotación ganadera de El Piñero que cuenta con 465 vacas de raza frisona.

El único animal afectado por esta enfermedad era una hembra nacida el 30 de julio de 2013, su muerte en la explotación el pasado 24 de enero hizo activar los protocolos pertinentes que acabarían detectando el caso. Una muestra de tejido nervioso recogida por los profesionales del laboratorio veterinario regional, ubicado en Villaquilambre (León), fue enviada para su análisis al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid), un muestreo que se lleva a cabo entre las vacas que mueren en las explotaciones con más de 48 meses (cuatro años) de edad. Tras un doble análisis, los veterinarios confirmaron el pasado martes, 19 de febrero, que la vaca había muerto a causa de la encefalopatía espongiforme bovina, y que se trata de un "caso atípico, de tipo H". El laboratorio, siguiendo el protocolo internacional aplicado en estos casos, informaba ayer a la Organización Mundial de Sanidad Animal.

Desde la Junta de Castilla y León se ha pronunciado el director general de Producción Agropecuaria, Oscar Sayagués, que en declaraciones a la agencia Ical remarcó que "es importante" que se trate de una variedad "atípica", con la que marcó diferencias respecto a los casos "clásicos" de encefalopatía espongiforme. Por ello recalcó que no tiene "ningún tipo de trascendencia" para la salud pública ni para la seguridad alimentaria y recalcó que el riesgo es "nulo".

Por ello, Óscar Sayagués aprovechó para enviar un mensaje de tranquilidad a la población y recordó que España adquirió el estatuto de riesgo "insignificante" de encefalopatía espongiforme bovina en mayo de 2016. De esta forma, explicó que estos casos atípicos no afectan a esta declaración y tampoco obligan a establecer restricciones comerciales o a los movimientos de animales.

Al tratarse de un animal que sufre un desorden espontáneo, ni siquiera es necesario sacrificar al resto de vacas de la explotación de El Piñero, pero sí se está realizando, por parte de las autoridades sanitarias, un seguimiento de los 50 animales que nacieron en la explotación 12 meses antes y 12 meses después que la vaca fallecida, es decir, entre el 30 de julio de 2012 y el 30 de julio de 2014.

También el director general de Producción Agropecuaria remarcó que la detección de este caso demuestra que el sistema veterinario de alerta sanitaria funciona "correctamente" en Castilla y León e insistió en transmitir "toda la tranquilidad del mundo" a la ciudadanía.

En el mismo sentido se pronunciaba el presidente de la Asociación de Ganaderos de la Raza Frisona de Zamora (Afriza), Jorge Hernández, para quien la detección del caso es "la muestra de que los sistemas de vigilancia funcionan perfectamente y que en ningún caso la carne de una vaca enferma llega al consumidor".