Un caso atípico de encefalopatía espongiforme bovina -EEB-, conocido como el mal de las 'vacas locas', se registró este mes de enero en una explotación ganadera en El Piñero (Zamora). La vaca que falleció en la ganadería era de la raza frisona y había nacido en julio de 2013, según confirmó a Ical el director general de Producción Agropecuaria, Óscar Sayagués.

En ese sentido, explicó que el muestro del sistema veterinario de alerta de Castilla y León detectó el posible caso al practicar un muestro a las reses que mueren en las explotaciones y tienen más de 48 meses. Posteriormente, fue enviado al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, que confirmó el 19 de febrero que se trata de un caso atípico, de tipo H, de encefalopatía espongiforme bovina.

Asimismo, el director general de Producción Agropecuaria remarcó que en este caso es "importante" que se trate de una variedad "atípica", con la que marcó diferencias respecto a los casos "clásicos" de encefalopatía espongiforme. Por ello, recalcó que no tiene "ningún tipo de transcendencia" para la salud pública y la seguridad alimentaria y recalcó que el riesgo es "nulo".

Por ello, Óscar Sayagués aprovechó para enviar un mensaje de tranquilidad a la población y recordó que España adquirió el estatuto de riesgo "insignificante" de EEB en mayo de 2016. De esta forma, explicó que estos casos atípicos no afectan a esta declaración y tampoco obligan a establecer restricciones comerciales o a los movimientos de animales.

También el director general de Producción Agropecuaria remarcó que la detección de este caso demuestra que el sistema veterinario de altera sanitaria funciona correctamente en Castilla y León e insistió en transmitir "toda la tranquilidad del mundo" a la ciudadanía.

Óscar Sayagués indicó que en este caso se trata de un animal que sufría un desorden espontáneo, por lo que no tiene nada que ver con la crisis de las 'vacas locas', que se originó por la contaminación de la cadena de alimentación animal.

Finalmente, el director general de Producción Agropecuaria señaló que en la explotación ganadera zamorana se lleva a cabo la supervisión de un grupo de 50 animales que pertenecen a la cohorte de la vaca, es decir, que nacieron 12 meses antes o después. En este caso no es necesario sacrificarlos, solo la vigilancia.