La Guardia Civil investiga si los restos humanos hallados ayer por un vecino de Fermoselle corresponden a Celestino Benéitez, el anciano desaparecido el pasado mes de julio de la residencia Conchita Regojo de Fermoselle donde estaba alojado.

El hallazgo se produjo en la mañana de ayer, cuando una persona se encontró casualmente con los restos de lo que parecía un cadáver en el paraje conocido como Valcuevo, en la vertiente del río Tormes. Inmediatamente se dio aviso a la Guardia Civil de Fermoselle que se desplazó a la zona, apoyada después por la Unidad de Policía Judicial desplazada desde Zamora.

A la espera de los análisis pertinentes, las primeras hipótesis apuntan a que se trate de los restos de Celestino Benéitez. Las ropas que se conservan, a pesar del tiempo pasado desde que el anciano fue visto por última vez, podría coincidir con las que vestía en el momento de su desaparición. Han pasado siete meses desde que se perdió el rastro nonagenario, cumplía los 90 años el pasado 1 de agosto, de la residencia Conchita Regojo. El amplio dispositivo de búsqueda desplegado durante largas e intensas jornadas no dio ningún fruto. Guardia Civil, familiares y vecinos mantuvieron durante varios días la búsqueda desesperada del anciano natural de Formariz, pero no fue posible su localización ni en los rastreos ni con el helicóptero sobrevolando la zona.

El hallazgo de ayer, si se confirma la identidad de Celestino Benéitez, puede acabar con la incertidumbre. En la provincia está pendiente de resolver el caso de Miguel Fernández, el anciano desaparecido en Gallegos del Campo el 2 de septiembre de 2016, sin noticias desde aquella fecha.