El biólogo y gestor cinegético José Ignacio Regueras Grande da por culminado un trabajo "Mamíferos de Zamora, al norte del Duero", de 135 páginas y de momento inédito, centrado en el asentamiento y la evolución de un total 26 medianos y grandes mamíferos que habitan en la provincia de Zamora. Algunas especies como el oso, el lobo, el ciervo o el jabalí son fáciles de distinguir por cualquier persona; otros como el armiño, la comadreja, la marta, la garduña, el turón y el visón americano presenten mayores dificultades por sus hábitos nocturnos o más imperceptibles.

El catedrático de Zoología F. J. Purroy afirma en la presentación del trabajo que Regueras "ha conseguido ofrecer un sólido panorama sobre la distribución de 26 especies en el solar zamorano".

El autor, por su parte, asienta su labor "en que los numerosos viajes realizados durante los últimos decenios, pateando el norte y centro de la provincia de Zamora, con la consiguiente recopilación de datos de animales atropellados y las informaciones obtenidas a través de las infinitas conversaciones con muchas personas, han supuesto un volumen de conocimientos que no parecía lógico que quedaran en un cajón".

Es una obra cimentada en la propia prospección, pero "actualizada y completada" con la información aportada mediante entrevistas a 99 personas, realizadas entre los años 2011 y 2015, entre las que se encuentran guardas, cazadores, ganaderos, fotógrafos de naturaleza, taxidermistas y biólogos" que pisan prácticamente a diario el campo. También buscó información en la Administración, pero con unos resultados un tanto descorazonadores "La tendencia a considerar los datos públicos disponibles en un archivo oficial como "mis datos" suele entorpecer este tipo de trabajos. Como ejemplo podríamos poner las indagaciones sobre caza furtiva del lobo. La respuesta dada a la petición de información fue una tomadura de pelo, a pesar de solicitarse en un segundo intento a través de un Procurador de Las Cortes de Castilla y León. En su defensa hay que decir que argumentaban la "falta de tiempo y de personal" para atender este tipo de solicitudes, aunque el que suscribe se ofrecía para investigar personalmente y de forma no remunerada. No fue posible" manifiesta el biólogo benaventano.

Pone de relieve que "los grandes animales como ciervos, jabalíes, corzos y lobos son atractivos para muchas personas por su belleza, sus dimensiones y su espectacularidad, particularmente la berrea de los ciervos. Pero además tienen unas implicaciones socioeconómicas para el hombre, como son los daños en cultivos y plantaciones forestales, los daños en carreteras y los daños del lobo en la ganadería, como sombras más importantes". Igualmente repara en que "producen unos beneficios cinegéticos para el titular del coto o de la Reserva de Caza de la Sierra de la Culebra y, últimamente, a través del turismo de naturaleza su avistamiento en libertad origina también beneficios económicos para empresas especializadas. Ambas explotaciones, al atraer a numerosas personas -normalmente de origen urbano- producen un rendimiento económico para la hostelería de la zona.

Regueras Grande asegura que "los que estamos en el terreno nos sentimos en la obligación de dar a conocer humildemente los saberes propios y de otras muchas personas para los que vengan detrás".

Los mapas en los que el autor refleja la ubicación y expansión de las especies manejadas en el libro fueron realizados por Antonio de José Prada.