La cooperativa agroganadera Cobadú cooperativa agroganadera Cobadúcontinúa posicionada como la mayor empresa de la provincia de Zamora porque sigue creciendo a un ritmo imparable con la incorporación cada año de más de 400 nuevos socios no solo en Zamora, donde funciona desde sus orígenes, sino también en otras zonas como el sur de Castilla y León, Portugal o Extremadura, hacia donde se está expandiendo. No en vano, la empresa presidida por Florentino Mangas y gestionada por el gerente Rafael Sánchez Olea ha diseñado un ambicioso proyecto para 2019 y 2020 que incluye la construcción de nuevas naves en Toro, en el polígono Los Villares de Salamanca, en Vitigudino, en Ciudad Rodrigo y en Ávila.

Al mismo tiempo, Cobadú está actualizando las fábricas 1 y 2 de piensos, ampliando cuatro naves en la central de Moraleja-Arcenillas y planea instalar otro centro de selección de semillas, otra deshidratadora para montar procesado de alfalfa y otro secadero.

Además de expandirse territorialmente, Cobadú crece al incorporar nuevas actividades como la avicultura, tanto de puesta como de carne, y la cunicultura. En 2018 también creció el vacuno, sobre todo de carne, algo que el gerente atribuye a la buena comercialización de los terneros.

Pero la principal actividad de Cobadú continúa siendo la producción y comercialización de piensos. En 2018 la cooperativa vendió 640 millones de kilogramos de pienso, lo que la convierte "en el mayor centro de producción de pienso compuesto de España", y también en el mayor complejo de almacenamiento y gestión de cereales para la fabricación de compuestos "probablemente de toda Europa", presume el gerente de la cooperativa.

Estos planes de expansión permitieron a Cobadú incrementar su facturación desde los 307 millones de euros de 2017 a 340 millones de euros en 2018.

Así lo anunciaba ayer Sánchez Olea al inicio de unas jornadas celebradas en la ciudad de Zamora para los ganaderos del subsector más importante para Cobadú, que es el ovino, no solo por el número de socios que aporta a la cooperativa sino, sobre todo, "por la producción de piensos compuestos", reconocía el gerente.

Sin embargo, el año pasado se ralentizó un poco el crecimiento de este sector debido al bajo precio de la leche, que obliga a los ganaderos a recortar sus inversiones, y también debido a que "hubo, gracias a Dios, una magnífica primavera y por lo tanto hubo bastantes forrajes que disminuyeron el consumo de piensos", detalla el gerente.

Las jornadas reunieron en la capital zamorana a un centenar de ganaderos de ovino, y también de caprino, que ampliaron sus conocimientos sobre la presencia de agentes patógenos en la leche y sobre el uso racional de antibióticos, dos temas fundamentales para el sector porque "cada vez más, España y en concreto Zamora exportan más leche de ovino al exterior y hay que ser más estrictos con el tema de la bacteriología y de posibles contaminaciones de la leche, sobre todo cuando estamos hablando de leche en fresco o de quesos de baja curación", explicó Sánchez Olea.