La evolución de la población sayaguesa, de las localidades con anejos y sin anejos, presenta unos resultados bastantes sorprendentes conforme el municipio tenga pueblos que atender o esté formado por uno o un reducido número de núcleos. "La agrupación de pueblos perjudica muchísimo al anejo (era de esperar), pero también perjudica al pueblo principal" según los análisis pormenorizados de los datos reflejados en el Instituto Nacional de Estadística realizados por José Antonio de la Mano, natural de Carbellino.

"Los políticos venden unificar y unir, y cuantos menos pueblos más despoblación. Más pueblos y mejor organización" asegura De la Mano, que de este modo contradice las tendencias que abogan por suprimir administraciones locales y crear mancomunidades o grandes entidades.

En lo tocante a Sayago los datos ponen de relieve que las cinco localidades que menos pierden, excepto Fariza, no tienen anejos, y salvo Fariza y Bermillo, si se tienen en cuenta la docena. Son Gamones, Roelos, Moraleja de Sayago, Torregamones, Cabañas, Mayalde, Argañín, Fermoselle, Carbellino y Villadepera.

Por el contrario, los cinco municipios que más pierden tienen anejos, excepto Muga, y, salvo cuatro (Muga, Salce, Moralina y Villardiegua), los doce municipios que más pierden cuentan con anejos.

Para De la Mano "es significativo que las 16 localidades que más población pierden de Sayago, todas son anejos de otros pueblos con la única excepción de Alfaraz, por lo tanto el ser anejo de otro pueblo perjudica y mucho".

En su criterio, la conclusión "es que al agrupar pueblos nadie gana y todos pierden". Considera este carballinense que esta realidad se debe a que "se invierte mal, y que cuanto más arriba se tomen las decisiones peor se invertirá, pues no se saben realmente las necesidades más importantes". Está convencido de que el que reside o vive en las poblaciones está más al corriente de las necesidades que alguien que viva en Zamora, Valladolid o Madrid. En principio califica de "entendibles y no entendibles" las agrupaciones actuales y, entre las que considera inadecuadas están las poblaciones de Fornillos de Fermoselle y Pinilla, que han pasado a adscribirse al Ayuntamiento de Villar del Buey y no a Fermoselle, que les queda más próxima y más en el ámbito del Parque Natural. "Cuanto más alejado estés del pueblo principal, peor" asegura. La importancia que adquiere el núcleo con Consistorio queda puesto de manifiesto en la propia página web y, por seguir con Villar del Buey, en la misma se pone de relieve que "bajo su tutela tiene las pedanías de Cibanal, Fornillos de Fermoselle, Formariz, Pinilla de Fermoselle y Pasariegos".

"Que los anejos son perjudicados respecto a la cabecera del municipio es una verdad de siempre. Es algo que hablamos una y otra vez. Ahora que ya están formándose las listas electorales el cabeza y hasta el segundo se ponen del pueblo cabecera, luego se tira de los demás para ir rellenado la lista. De este modo, el Equipo de Gobierno tiene un alcalde y los pueblos los pedáneos" expresan desde una pedanía de Villar del Buey, Fornillos de Fermoselle, que perdió el Ayuntamiento. En su caso los habitantes se inclinaron por Villar del Buey y no por Fermoselle y lo hicieron, según afirman, por dos motivos: "por la mejora que suponía en el pago de impuestos, y por la acción de una persona que movió los hilos desde Villar del Buey".

José Antonio de la Mano está convencidos de que "tener ayuntamiento propio es un valor añadido", así como de que "pueblos que son ayuntamiento, como Gamones o Salce, perderían más población de no tener esta entidad". Casos como Bermillo de Sayago "ganan porque es el centro de la comarca y tiene servicios, no por los anejos".

Existe una sospecha de que, en general, y como dice el refrán: el que parte y bien reparte se lleva la mejor parte. "Desde luego el reparto de dinero tiene mayor dificultad en municipios con mayor número de poblaciones que atender" dice De la Mano, que incluso apunta que existen inversiones desacertadas Sobre el particular hace especial hincapié en las comunicaciones. "A veces es mejor acondicionar un camino que reasfaltar una carretera, porque hay caminos que son o pueden ser una vía vital de comunicación. Es necesario asfaltar ciertos caminos rurales, que con ellos ahorras mucho y mejoras o creas más la vida. Cuanto más gente pase por ellos más vida das a la zona. Hay que saber invertir" expresa el carbellinense.

"Si tienes una carretera que sólo llega a tu pueblo o que no sirve de paso para ninguno más lo tienes negro, si eres un anejo también lo tienes negro, y si se trata de un pueblo muy pequeño también lo tienes negro" asegura.

"Los que más perdieron son Tudera (anejo), Escuadro (anejo y pueblo muy pequeño), Figueruela (anejo y pueblo muy pequeño), Monumenta (anejo, carretera a ninguna parte y pueblo muy pequeño), Fornillos de Fermoselle (anejo), Malillos (anejo y pueblo muy pequeño), Fresnadillo (anejo y carretera no es de paso),..." apunta para certificar el aserto. "Cuanta más población haya en todos los pueblos (en especial en los "anejos"), más beneficiados serán los pueblos grandes que es donde hay más comercios y servicios" sostiene José Antonio de la Mano, que busca en hallar "medidas de choque" contra la despoblación.