El turismo se recupera en los pueblos de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila. Tras la mala racha de 2017 motivada por la sequía -la ausencia de agua en los humedales y la consecuente escasez de aves no la hacían un destino atractivo-, en 2018 las cifras de visitas se incrementaron un 10% hasta las 15.496 personas. Abril fue el mes con más visitas, 3.362, según informó la dirección de la reserva la Junta Consultiva, reunida ayer bajo la presidencia del delegado territorial del Gobierno Autonómico en Zamora, Alberto Castro.

Las buenas cifras turísticas se cosecharon a pesar del descenso de visitas de grupo organizadas, ya que en 2018 fueron muchas las familias que pasaron por Villafáfila para ver aves acuáticas. De hecho, llegaron visitantes procedentes de todas las Comunidades Autónomas, aunque la mayoría siguen siendo de Castilla y León (60% del total), seguidos de madrileños (16%), gallegos (5%) y vascos (4%). Pero además, las Lagunas de Villafáfila siguen siendo una referencia para los expertos ornitólogos de toda Europa, que elaboran estudios y tesis doctorales, en ocasiones con ayuda del personal técnico de la Junta de Castilla y León. En cuanto al conjunto de turistas internacionales, se registraron visitantes de 34 nacionalidades distintas, casi la mitad de ellos franceses y portugueses.

El delegado territorial valora positivamente este incremento en el número de turistas "que va a permitir que los negocios que están establecidos en los pueblos vayan a más y que se fije población. Lo positivo de esta Reserva es que no está solo en un punto, sino que afecta a muchísimos pueblos de la provincia de Zamora", recuerda. Por eso la Junta de Castilla y León realiza cada año obras de mejora para mantener el buen estado de los miradores, de la señalización turística o de la propia Casa del Parque, donde en 2018 se ha instalado una caldera nueva. También se organizan talleres de voluntariado ambiental, con la participación de 57 personas el pasado año, y talleres de iniciación a la ornitología que interesaron a 70 personas.

En la otra cara de la moneda, los técnicos insisten en alertar acerca del efecto del cambio climático sobre la biodiversidad en las Lagunas de Villafáfila, donde en los últimos años se viene registrando un descenso tanto en el número de especies como en la cantidad total de aves que pasan por los humedales, algo que achacan a una suavización de los inviernos en el norte de Europa que motiva que muchas aves no tengan la necesidad de emigrar al sur del continente. Sirva como ejemplo que el recuento del ánsar común, especie emblemática de las Lagunas, ha contabilizado en enero de 2019 2.488 ejemplares, la cifra más baja desde 1983.

La otra especie emblemática de Villafáfila, la avutarda, cuenta con unos 1.000 ejemplares en la zona, aunque la pasada primavera no fue buena para la cría de estas aves esteparias debido a las cuantiosas precipitaciones y las bajas temperaturas. Entre todo el millar de avutardas solo pudieron sacar adelante 73 pollos.