Las centrales hidroeléctricas emplazadas en la provincia de Zamora generaron el pasado año 2018 una producción de 1.862 millones de kilovatios hora (KWh), de los que 1.721 millones corresponden a las turbinas de Iberdrola y algo más de 141 millones de kilovatios a los saltos de Endesa, ubicados éstos últimos en las vertientes de las cuencas de los ríos Tera y Bibey.

Es una producción que supone un 132% más que el pasado año 2017 -marcado por una especial sequía- cuando la generación hidroeléctrica no llegó a mil millones de kilovatios y quedó limitada a una cifra de 800.708.000 KWh.

La compañía que preside el salmantino Ignacio Sánchez Galán cosechó en las centrales hidroeléctricas zamoranas un total de 1.721.000 megavatios hora (MWh), obtenidos de las centrales abastecidas con el agua almacenada en los embalses de Ricobayo, en el Esla; Villalcampo y Castro, en el Duero; y Nuestra Señora de Agavanzal, Valparaíso y Cernadilla, en el Tera.

Una cuantía que se incrementa hasta los 6.312,6 MWh si se contabiliza la producción generada por las aguas del embalse de Almendra, en la central de Villarino, y los saltos hidroeléctricos salmantinos del Duero, radicados en Aldeadávila y Saucelle.

En el conjunto de Castilla y León, la producción de Iberdrola el año 2018 fue de 6.428,8 gigavatios (GWh) según datos facilitados por la compañía.

Por lo que respecta a Endesa, según informa la sociedad energética, la producción del pasado año en las centrales de Porto y Moncabril sumó un total 141.162 megavatios hora (MWh), "del orden de unas 2,2 veces superior a la del año precedente (considerado muy seco), que resultó de 67.408 MWh, y de alrededor de un 6% superior a la de un año medio".

Endesa cuenta con los aprovechamientos hidroeléctricos de los embalses serranos de Moncabril (Puente Porto, Garandones, Playa, Cárdena y Vega de Conde), cuyas aguas son conducidas hacia el Pico Fraile y por tubería forzada hacia la central de Ribadelago; y los Pías (San Agustín) y Porto (San Sebastián), en el río Bibey.

La compañía Iberdrola indica que la producción hidroeléctrica obtenida en la Cuenca del Duero "representa entre el 15 y el 20% del total de su producción en España", y precisa que "los embalses de Iberdrola en la Cuenca del Duero, a 31 de diciembre de 2018, almacenaban el 49,5% de su capacidad máxima, frente al 37,4% que registraban en la misma fecha de 2017: 2.283,06 hectómetros cúbicos (hm3) frente a los 1.721,52 hm3 del año anterior".

Los 6.428 millones de kilovatios hora del pasado año generados por los complejos de Iberdrola están en un término medio en lo que va de siglo, donde fue llamativa la producción de los años 2001 y 2003, que superó los 10.000 millones de kilovatios hora en la cuenca del Duero, o los más de 9.000 millones extraídos de las turbinas en los años 2010 y 2016. Una producción ligada a las precipitaciones y al volumen de los recursos hídricos, así como a la dimensión de las inversiones realizadas en dotar de grupos a los sucesivos saltos, a la instalación de potencia y a la gestión aplicada a los aprovechamientos.

La compañía de Iberdrola subraya, para diferenciar los tipos de depósitos fluviales repartidos por la provincia, que existen "embalses de gran capacidad que presentan oscilaciones de nivel a lo largo del año, ya que dependen de las precipitaciones y del uso que se haga del agua embalsada, como son los de Almendra, en Salamanca-Zamora, el mayor embalse de la comunidad con capacidad para 2.586 hectómetros cúbicos, o los de Cernadilla y Ricobayo, ambos en la provincia de Zamora, con capacidad para 1.179 y 256 hectómetros cúbicos respectivamente". Luego están los "embalses sin capacidad de regulación, de pequeño volumen embalsado, por los que el río fluye y que no presentan apenas oscilaciones de nivel, como son los de Valparaíso, Agavanzal, Villalcampo y Castro, en Zamora; y los de Aldeadávila y Saucelle, en Salamanca.