La parroquia de Nuestra Señora la Virgen de la Asunción y San Roque de Alcañices ha tomado contundentes medidas para que los gatos callejeros no puedan acceder a la "iglesia de arriba", la que se sitúa dentro del antiguo recinto amurallado de la villa, junto al antiguo Palacio de los Marqueses de Alcañices (hoy Residencia de la Tercera Edad Virgen de la Salud), del que inicialmente formaba parte.

Se trata de un templo barroco sobre restos de una iglesia románica de la que se conservan dos portadas, una de ellas, la principal, del siglo XIII y otra anterior, además de la base de la torre. Hay historiadores que aseveran que fue esta la antigua iglesia de los Templarios. Alfonso Ramos de Castro la fechaba en su día como muy pronto, pese a su primitivismo, en 1230, siendo el resto del templo posterior.

La iglesia de la Virgen de la Asunción, la más utilizada en la villa a diario, tiene la entrada principal a través de un pórtico que da a la calle donde antiguamente se ubicaba el cine de la villa. El acceso al pórtico se hace a través de una primera puerta de forja y a su derecha hay un cierre también de barrotes de hierro, el cual sí impide el paso a las personas y a los animales de medio tamaño, como pueden ser los perros, pero no a los gatos.

Según ha informado el nuevo párroco de la Unidad de Acción pastoral de Alcañices-Nuez y Arcipreste de Aliste y Alba Fernando Lorenzo Martín: "Los gatos utilizaban el pórtico como su casa haciendo también sus necesidades allí y era muy difícil mantenerlo limpio". Algo en que coinciden varios de los feligreses que son habituales en la asistencia a la antigua iglesia.

La solución ha pasado por la instalación por la parte interior de la forja de una alambrada metálica de alrededor de un metro y medio de altura que en teoría debería de evitar la entrada de los gatos al pórtico del templo alcañizano. La práctica puede ser más bien distinta aseveran los propios feligreses: "Quienes conocemos a los gatos sabemos que la alambrada lo único que va a conseguir es dificultar algo las cosas, porque si quieren entrar, treparan por ella y entrarán".

La última restauración importante de la iglesia de la Virgen de la Asunción de la Villa de Alcañices tuvo lugar hace más de veinte años, siendo reinaugurada el día 17 de marzo del 1994.

Por otra parte también se han afrontado medidas en la Casa y Centro Parroquial situados en la plaza Reverendo Domingo Dacosta, frente a la iglesia de la Virgen de la Asunción. En este caso cuando hace varios años se reconstruyó la Casa Parroquial se habilitaron dos chimeneas con dos corta-aguas metálicos y a la vez embellecedores ideados para que la lluvia no entrará al edificio. La cosa es que el diseño gusto a los pájaros, muy en particular a los pardales (gorriones), y se ha convertido en lugar habitual para anidar y criar.

En este caso, tras retirar los nidos cada año, ahora se han instalado varias alambres para "evitar que aniden los pájaros como sucedía hasta ahora", aunque parece que miedo le dan poco.

Las obras han afectado también al acceso del Centro Parroquial para evitar la entrada del agua de la lluvia de la calle al interior. Algo que según el cura "era debido a la que entrada tenía inclinación hacia adentro en vez de hacia afuera".

La pasada semana se afrontó así mismo la retirada del nido de cigüeña de la espadaña del Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud que ya rondaba los 250 kilos de peso y estaba causando graves daños en la techumbre del templo.

Restauración de la Virgen Dolorosa

La "Dolorosa" de Alcañices abandonó en la noche del jueves la iglesia de La Asunción para ser restaurada. La idea es que la imagen pueda estar de regreso unos días antes del novenario con vistas a volver a procesionar en la noche del Viernes Santo.

La Cofradía de Semana Santa de Alcañices ha abierto una campaña de recaudación de donativos para sufragar los gastos de los trabajos: "La hermandad aún no ha logrado obtener el dinero necesario para su restauración, pero confía en la generosidad de la gente, para llegar a la cantidad necesaria en los próximos días". Los donativos pueden depositarse en una urna colocada en la iglesia parroquial, y también pueden ser entregados en mano a cualquier miembro de la Junta Directiva.

Según los estudios del alcañizano Esteban Ferreira Fernández: "Los hermanos de la Tercera Orden (franciscanos) ya sacaban esta procesión, existiendo entonces la imagen que hoy se venera. Ha experimentado pocas variantes: cambios de túnicas y mantos de la Virgen Dolorosa bordados con hilos de oro y coronas; ciertos años la pasearon en la mesa del Cristo Crucificado. Llevaban farol y la mayoría de las señoras traje negro". La procesión partía de la parroquia (La Asunción) y entonándose el Stabat Mater se iba hasta el Convento (La Salud), donde el predicador de la Orden contemplaba los dolores de la Madre con tal énfasis que arrancaba las lagrimas de los mas devotos".