La Guardia Civil, en colaboración con personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta realizarán servicios de vigilancia e inspección en talleres e instalaciones industriales susceptibles de utilizar combustible no autorizado en calderas de calefacción e industriales.

Durante la llamada "Operación Aire" -que se llevará a cabo en todas las provincias de Castilla y León- se intensificarán los controles entre el 21 de enero y el 28 de febrero sobre el combustible utilizado en calderas de calefacción industrial. Los residuos más habituales son restos de biomasa tratada, plásticos y restos de otras industrias utilizadas en la agricultura y automoción.

La incineración de los residuos en calderas industriales está prohibida por ley debido a que las incineraciones en estas máquinas no están diseñadas para este fin y provocan emisiones contaminantes importantes, "con posibles repercusiones sobre la salud y el medio ambiente" alerta la Guardia Civil.

Por ello, a lo largo de un mes se llevará a cabo una campaña de intensificación de la vigilancia. Los objetivos de la misma son: controlar el combustible utilizado en instalaciones de combustión pequeñas, situadas en talleres e instalaciones industriales y agropecuarias. Concienciar a los operadores sobre la peligrosidad del uso de combustibles no autorizados por los efectos nocivos en la salud y el medio ambiente, como maderas con barnices o plásticos.

Todas las comarcas

La "Operación Aire" llevará a los agentes de la Guardia Civil a localizar gestores de residuos que realizan operaciones inadecuadas. Y objetivo es mejorar la calidad del aire en la Comunidad Autónoma, especialmente en municipios más pequeños "donde es previsible que esta práctica está más generalizada".

El ámbito territorial de actuación abarca todas las provincias de Castilla y León, si bien será especialmente intensa en comarcas donde hay industria de la fabricación de muebles y otros derivados de la madera natural.