El mundo rural celebra con especial devoción la fiesta de San Antón. Son muchos los propietarios de animales que se acercan a las iglesias para honrar al patrón y a la vez recibir la bendición de las mascotas. Aunque en algunos pueblos la fiesta se ha adelantado al pasado fin de semana o retrasado al próximo para favorecer la participación de más personas, en otros se mantuvo la fiesta en su día, es decir, el 17 de enero.

Es el caso de Arcenillas, Granja de Moreruela o Manganeses de la Lampreana, entre otros, donde San Antón se vivió en un ambiente festivo en un día soleado de invierno que favoreció la participación y la presencia de animales.

En la localidad de Granja de Moreruela se volvió a celebrar la tradicional subasta de San Antón tras la misa en la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Se recaudaron en torno a 300 euros por la subasta de animales como un gallo, un cordero, un conejo o postres y rosquillas, uvas o membrillos aportados por los propios vecinos.

Sanantonada

Más de un centenar de personas asistieron al inicio de las fiestas de San Antón en el municipio de Arcenillas. El alcalde de la localidad de Tierra del Vino, Enrique Rodríguez, señaló que se trata de una buena cifra de afluencia teniendo en cuenta que este año el inicio de las celebraciones patronales ha coincidido con días laborables. De cara al fin de semana el primer edil espera que el número de personas se multiplique.

La mañana de San Antón comenzó en la parroquia local con una eucaristía en honor al patrón del municipio, oficio religioso que corrió a cargo del sacerdote Joaquín Redondo. Posteriormente, los vecinos del pueblo procesionaron a la imagen de San Antón por las rúas de Arcenillas. Asimismo, el cura procedió a la tradicional bendición de los animales.

A continuación, los asistentes se reunieron en el salón de actos múltiples para disfrutar de un baile vermut amenizado por la música de "Teclas Azabache". La jornada finalizó con la famosa alubiada conocida como gran Sanantonada.

Reparto de roscas

En Manganeses de la Lampreana numerosos vecinos se concentraron a las puertas de la iglesia, donde acudieron con sus mascotas, fundamentalmente perros y gatos, para recibir la bendición de San Antón. Después se procedió al reparto de roscas por parte de la Cámara Agraria Local y la jornada terminó con la degustación de un cocido.

Un día de fiesta acompañado por un sol espléndido en buena parte de la provincia que renovó la devoción a San Antón.