Las carreteras del oeste de la provincia se convirtieron ayer en un auténtico calvario para sus usuarios a causa de la climatología muy adversa con una intensa niebla y mucha escarcha, después de un invierno en el que las vías zamoranas están registrando numerosos accidentes derivados de las adversas condiciones climatológicas.

El accidente más aparatoso de producía hacia las nueve horas en el paraje de "Valcuevo" de la localidad de Gallegos del Río, en la carretera ZA-P-1405 de Zamora a Mahíde por Carbajales de Alba, a la altura del punto kilométrico 46,400. Un turismo conducido por un vecino de Nuez perdió el control justo en la curva que hay antes de llegar al puente sobre el río Aliste y tras dar varios bandazos chocó contra la valla de seguridad metálica del viaducto de la margen izquierda, la arrancó de cuajo, y cayó al vacío quedando literalmente colgado del puente.

El conductor, un joven maestro de educación infantil y primaria se desplazaba desde su pueblo, Nuez, hasta la localidad de Ferreruela de Tábara, donde da clases a los últimos ocho escolares del pueblo pertenecientes al denominado CRA (Colegio Rural Agrupado) de Riofrío de Aliste. A pesar de lo aparatoso del accidente hubo mucha suerte y el conductor salió completamente ileso y, no sin gran dificultad, pudo salir del coche. Hasta el lugar se desplazó la Guardia Civil de Tráfico de Zamora que levantó el correspondiente atestado.

"No sé que qué me pasó, la mañana estaba muy mala, se me empezó a ir, choqué contra el puente y cuando me di cuenta estaba ya colgando del puente" manifestaba el conductor a este periódico, a la vez que reconocía que "venía a poca velocidad y conozco bien la carretera, porque paso por ella de lunes a viernes".

El segundo siniestro tenía lugar el la carretera Nacional 122 de Zamora a Quintanilha (Portugal). Un tráiler de transporte internacional procedente de Portugal se salía de la calzada en el tramo que va de Cerezal de Aliste a Villaflor, en el paraje conocido como Campo Piñera, entorno donde se proyectó el circuito de velocidad permanente que nunca llegó a existir.

La niebla era tan intensa que durante la madrugada y por la mañana era muy complicado circular por la Nacional 122, donde a la falta de visibilidad se unía el amplio tránsito de camiones.

Para Nuno Alves Martins, conductor profesional de Oporto: "La carretera Nacional 122 desde Quintanilha a Oporto es una ruleta lusa por sus circunstancias, un diseño que se ha quedado obsoleto para el flujo de vehículos pesados y muchos cruces y enlaces a pueblos junto a cambios de rasante y con escasa visibilidad. Los camioneros tenemos que ir con cuatro ojos, muy atentos en los cruces, pues vemos a gente mayor que duda, mira una y otra vez y duda, y a veces se incorporan cuando ya estás arriba".

Coinciden con él los usuarios de la tercera edad: "Somos mayores y no es igual que cuando eres joven, mirar sí miramos, pero los coches y camiones que vienen por la carretera corren mucho y nosotros nos incorporamos lentos. Con niebla es una lotería incorporarse", asevera Joaquín Gómez Moreno.

Las zonas donde el hielo está causando más problemas estos días se localizan en la ZA-P-1405 de Zamora a Mahíde en la variante de Manzanera de Valer de Aliste, zonas de umbría donde no da el sol en todo el día ni un minuto. A ello se suman las dos carreteras que cruzan la sierra de la Culebra: Riofrío a Tábara en el "Puerto de la Carmona" y Sarracín a Ferreras de Arriba. Hielo también hubo en la carretera que comunica Fonfría de Aliste por Carbajales de Alba atravesando el embalse del Esla. Todas ellas de la Diputación de Zamora

Efectivos de la Institución Provincial que preside Mayte Martín Pozo esparcieron fundente por carreteras como la Zamora-Mahíde. Dada la gravedad de la situación y la peligrosidad de las vías los usuarios piden a Diputación de Zamora, Junta de Castilla y León y Ministerio de Fomento que se esparzan sal sobre las carreteras con mayor asiduidad.